“El precio del bitcoin está todavía barato para el gran uso que tiene a futuro”, ha opinado Román González, cogestor del fondo de criptomonedas de A&G, en una presentación de prensa. Incluso, ha ido un paso más allá al mejorar las expectativas que la gurú tecnológica de Wall Street, Cathie Wood, tenía en 2022 sobre lo que será el bitcoin para 2030.

En ese momento, la fundadora de ARK Invest pronosticó que el bitcoin valdrá un millón de dólares para finales de esta década. “No me extrañaría que Cathie Wood se quedara corta. El bitcoin podría valer más de un millón de dólares para esa fecha”, confía González.

Sin embargo, es consciente de que los inversores tendrán que armarse de paciencia y aguantar “cinco o más caídas superiores al 50% en su valoración” si quieren ver con sus propios ojos la consecución del camino. “Tienes que tener claro que vas a permanecer a largo plazo en la temática y saber relativizar cuánto porcentaje de tu cartera puedes asignar al bitcoin y resto de criptomonedas”. En el caso de A&G Banco, su fondo de criptos no puede pesar más de un 3% sobre la cartera total de los clientes.

El fondo de inversión libre que lanzó A&G en julio del pasado año para recoger su posicionamiento en las principales criptodivisas atesora diez millones de euros en activos bajo gestión de unos 60 clientes profesionales.

La potencia de fuego de las criptos podría revolucionar la construcción tradicional de carteras. Según los cálculos de A&G, una cartera conservadora -con 70% de renta fija y 30% de bolsa- ofrece un retorno anualizado del 2,86%. Si a esa cartera se le añadiera un 1% de criptomonedas, su rendimiento anualizado saltaría hasta el 5,04%. En cambio, la volatilidad no se dispararía en la misma proporción, pasando de un 7,54% a un 8,33%.

“Las criptodivisas son el activo más volátil, pero también el más rentable del mundo. Y así lo va a seguir siendo”, ha visualizado González.

A este respecto, y tras sumarse Renta 4 Banco a la fiebre de los fondos regulados de criptos, el otro cogestor del fondo de A&G, Rubén Ayuso, anticipa que “saldrán al mercado más fondos de este tipo, pero hay que ser valiente como entidad para lanzar uno así y colocarlo activamente en tu escaparate”.

El vehículo de A&G Banco contiene un 62% de su patrimonio en bitcoin, un 24% en ethereum, un 4% en solana y un 2,5% en binance, que son las criptos con protocolos más fuertes y estables.

Más liquidez que Endesa

En el banco privado sólo apuestan por criptomonedas con una capitalización de mercado de, al menos, 100 millones de dólares y que tengan un ETN cotizado en Europa. Al resto de criptodivisas les ponen porcentajes residuales o ni siquiera las compran.

Y es que, como ha podido observarse, tras una década del ecosistema de criptos, solamente dos protocolos permanecen en el top-10: bitcoin y ripple. “La probabilidad de supervivencia de nuevas criptos a largo plazo es muy baja, este mundo tiene un gran componente de venture capital”.

Los dos gestores de A&G Banco han aprovechado la ocasión para desmitificar la supuesta iliquidez que los inversores más clásicos achacan a las criptomonedas. Bitcoin tiene un rango medio de negociación diaria de 20.000 millones de dólares.

“Cuando lanzamos el fondo, en pleno momento de apatía por las criptos, nuestra posición menos líquida, que era cosmos, tenía el doble de volumen que las acciones de Endesa”, un valor energético muy presente en las carteras de los españoles.