A pesar de que tanto el Gobierno como gestoras y aseguradoras, además de distintas instituciones públicas y privadas, los promueven como el complemento ideal a una pensión pública en retroceso, los números muestran que hay otras opciones que arrojan un resultado mucho más favorable para el ahorro. Así lo desvela el estudio sobre las rentabilidades del sector en la última década y media que ha publicado Pablo Fernández junto con Pablo Fernández Acín e Isabel Fernández Acín.
Entre diciembre de 2002 y el mismo mes de 2017, la rentabilidad media acumulada por los fondos de pensiones españoles activos en este periodo alcanzó el 60%, lo que se traduce en un rendimiento promedio anual del 3,03%. Haber invertido en bonos del Tesoro Público a 15 años habría aportado una rentabilidad del 97%, un 4,61% al año a las carteras de aquellos trabajadores que hubieran optado por esta vía para construir el colchón financiero de su jubilación.
Aún, es más. Si los partícipes de estos fondos (7,6 millones a cierre de 2017) se hubieran decantado por un producto indexado al Ibex 35 habrían logrado acumular un 226% de rentabilidad. Una cifra que se traduce en una media anual del 8,19% a su favor a pesar de que el periodo señalado comprende los años más duros de la crisis inmobiliaria, financiera y de deuda que han penalizado con fuerza el parqué madrileño.
De los 356 fondos que han estado activos durante estos últimos 15 años, tan solo cuatro logran batir la rentabilidad del índice rey de la Bolsa española. En estos tienen posiciones tan solo un 0,163% de los ciudadanos que hoy por hoy tienen contratado algún producto de este tipo. Entre los cuatro, recogidos en la siguiente tabla por Pablo Fernández y su equipo, únicamente suman un 0,509% de todo el patrimonio que actualmente acumula la industria de los planes privados de previsión.
Por encima de la marca que arrojan los papeles del Tesoro Público, se sitúan 47 fondos según el estudio. Solo un 13,2% de los que han estado activos en este periodo. Una inversión de muy inferior riesgo a la apuesta por Bolsa que lleva al experto financiero a plantear ¿por qué el Estado no permite a los futuros pensionistas que ahorran e invierten por su cuenta las mismas ventajas fiscales de los fondos¿.
A lo largo de estos 15 años, cinco fondos no han logrado si quiera aportar a sus partícipes una rentabilidad anualizada del 0,5%. Se trata de vehículos de inversión de perfil más monetario, activos con muy bajo riesgo, pero escasísima rentabilidad, más si cabe en estos últimos tiempos de tipos cero y negativos en las grandes economías globales. El que peor desempeño presenta es el Winterthur Vii, del grupo Axa, que arroja unas pérdidas promedio del 0,1% para los 253 partícipes que el plan de pensiones MPP F-100 aglutinaba a cierre del pasado mes de diciembre.
LOS MÁS RENTABLES NO SON LOS MÁS CONCURRIDOS
El estudio revela también la ¿pequeña¿ correlación entre el volumen patrimonial de los fondos de pensiones y sus rentabilidades, así como la ¿nula¿ vinculación que existe entre número de partícipes y rendimientos aportados. De hecho, señala que los fondos con mayor rentabilidad ¿no son los que tienen mayor patrimonio ni mayor número de partícipes¿. Los 15 con mejor rendimiento tan solo suman un 2,05% del capital confiado a estos vehículos (casi 1.528 millones de euros de 74.379 millones a cierre de 2017) y reúnen a un testimonial 1,00% del número total de partícipes.
El estudio achaca la baja rentabilidad de estos fondos en una medida considerable a las ¿elevadas comisiones¿ que se aplican a estos productos en concepto de gestión, depósito, suscripción y reembolso. Fernández señala que, en realidad, ¿una parte importante de las mismas se destina a gastos de comercialización¿ ya que según su estudio en muchos de estos vehículos de inversión ¿los comerciales tienen retribuciones superiores a los gestores¿.
LA FALTA DE TRANSPARENCIA IMPIDE VALORAR LA APORTACIÓN DE LOS GESTORES
Aunque el estudio determina que en función de los datos que publicitan estos fondos de pensiones sobre la gestión de sus carteras, ¿es imposible saber si la gestión activa ha generado valor para sus partícipes¿, sí queda claro para los autores que ¿pocos gestores se merecen las comisiones que cobran¿.
En su opinión, la industria ganaría mucha transparencia si se aportasen datos de los costes en los que los fondos de pensiones incurren cada vez que compran o venden una posición y que se sufragan vía comisiones y van a parar a la cuenta de ingresos de los departamentos de corretaje así como si se publicase ¿el dato de la rentabilidad que habrían obtenido si no hubieran movido la cartera¿. Para los expertos firmantes del estudio, este sería el mejor termómetro para determinar qué valor aportó o restó la gestión activa de los responsables de cada vehículo concreto.
- ¿POR QUÉ DEBEMOS LIGAR NUESTRA PENSIÓN A LOS MERCADOS FINANCIEROS?
_ ABANTE PROPONE UNA JUBILACIÓN PROGRESIVA EN LA QUE ¿LAS PERSONAS NO FRENEN EN SECO SU ACTIVIDAD¿