“Es un producto pensado para los pequeños ahorradores”. “Será un complemento a los planes de pensiones e incluso competirá con ellos”. Esa era la idea que el ex ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, manejaba para los Planes de Ahorro 5 incluidos en la reforma fiscal que el Gobierno del Partido Popular lanzó en 2014.
Sin embargo, la evolución de estos productos, tanto en términos de patrimonio como en partícipes o rentabilidad, evidencia el escaso éxito que ha tenido en España la propuesta estrella de aquel momento para impulsar el ahorro privado de cara a la jubilación.
Los Planes de Ahorro 5 fueron ideados bajo dos tipologías. Una bajo el formato de cuentas de ahorro a largo plazo (CIALP), que solo garantizan por ley el 85% del capital. Otra bajo el formato de seguros (SIALP), que pueden invertir tanto en renta variable como en renta fija y garantizan un 85% de la inversión inicial. Su principal atractivo se centró en su fiscalidad, ya que las ganancias están exentas en su totalidad si la inversión se mantiene durante cinco años. Sin embargo, ese beneficio queda en prácticamente nada teniendo en cuenta que la inversión máxima permitida es de 5.000 años al año.
“Con los tipos de interés en mínimos históricos el producto no ha tenido una buena acogida en términos de rentabilidad”, indican desde una entidad financiera nacional. “Al principio sí que se ofrecía a los clientes en las sucursales, pero nunca han formado parte de nuestras campañas, en las que se potencian más otros productos de ahorro a largo plazo como los planes de pensiones”, aseguran.
"Ni cinco años pueden ser considerados como ‘largo plazo’ en términos de ahorro, ni la aportación máxima de 5.000 euros es suficiente para lograr verdaderos beneficios"
De hecho, la oferta dentro del sector bancario es bastante limitada. El ‘desaparecido’ Popular y el Banco Sabadell fueron los primeros en lanzar un Plan de Ahorro Cinco bajo el formato de CIALP. Banco Santander, por ejemplo, apostó por los SIALP con un tipo de interés garantizado del 0,15% anual y un tipo adicional del 0,35% este 2018 si se mantiene una aportación mensual mínima de 100 euros, con una inicial de 1.000 euros.
Las condiciones ofrecidas por otras entidades no son mucho mejores, y los intereses pocas veces superan el 0,5%. BBVA, por ejemplo, oferta el Plan de Ahorro Garantizado 5. Cada aportación al SIALP tendrá una rentabilidad garantizada propia, según un tipo de interés técnico del que se informa al cliente en el momento de realizarla. CaixaBank también tiene un SIALP que ofrece un 0,10% en el primer año, que luego se renueva según las condiciones que se determinen con un interés mínimo del 0,05% si se realizan aportaciones mensuales de 50 euros. Por su parte, Bankia ofrece un 0,20% en su Depósito Ahorro 5 a cinco años.
Las mejores ofertas se pueden encontrar en las aseguradoras, aunque por lo general, la rentabilidad ofrecida también se calcula según el tipo de interés técnico en el momento de la contratación. Generali, por ejemplo, hace un cálculo estimado de una rentabilidad del 0,77% que un ahorrador puede conseguir con una inversión de 1.000 euros al año durante cinco años.
ESCASO INTERÉS ENTRE LOS AHORRADORES
Según datos de ICEA, el servicio de estudios del sector asegurador, estas pólizas mueven unos 3.615 millones de euros, a cierre de septiembre. Aunque la cifra sí ha crecido desde los 1.990 millones con los que despidieron 2016, su primer año completo de vida, apenas tiene representación dentro de los 181.337 millones de euros que mueven el total de los seguros de ahorro/jubilación. Los planes de pensiones del sistema individual mueven unos 74.500 millones de euros, según datos de Inverco.
Los expertos coinciden en que los dos grandes problemas de fondo de estos productos son que ni cinco años pueden ser considerados ‘largo plazo’ en términos de ahorro, ni la aportación máxima de los 5.000 euros es suficiente para lograr verdaderos beneficios, tanto en términos de intereses como de fiscalidad.
“La idea en un principio era crear un producto que pudiera ofrecer más rentabilidad que un depósito o que una cuenta remunerada (plazo fijo) tradicional a cambio de que el ahorrador aceptara mantener el capital un plazo más largo de tiempo”, indican desde BBVA en un análisis del sector. Recuerdan que “los intereses generados por un depósito tributan al 20% en ese mismo importe de 5.000 euros”.
“Hasta que los tipos de interés suban a niveles más atractivos, los Planes de Ahorro 5 no serán atractivos”, indican desde SelfBank. Y habrá que ver si, cuando ese momento llegue, los depósitos no serán una mejor opción para los ahorradores españoles.
“Si se quiere fomentar un ahorro a largo plazo, es aconsejable buscar alternativas más flexibles que permitan operar con un abanico de productos mucho más amplio y con un importe menos restrictivo que esos 5.000 euros de límite anual del plan de ahorro”, insisten desde la firma.