Golpe del Gobierno a los planes de pensiones individuales. El ministro de Seguridad Social, Inclusión y Migraciones, José Luis Escrivá, reconoció el jueves que su estrategia en materia de pensiones pasa por eliminar las deducciones fiscales en el IRPF que tiene la inversión en estos productos, para trasladarlas de forma progresiva a los planes de empleo.
Promover los segundos ha sido una reclamación histórica de la industria de gestión de activos. Sin embargo, el plan del Gobierno de hacerlo “a costa” de los planes individuales no ha sentado nada bien en el sector. Ni tampoco que, si la estrategia sale adelante, no sea con carácter obligatorio o semiobligatorio para las empresas.
“No se trata de cargarte lo que ya tienes construido, sino de ir trabajando sobre esos cimientos para alcanzar el objetivo”, indican fuentes de la industria consultadas por Invertia.
Desde las gestoras de los grandes bancos y las aseguradoras recuerdan que, aunque trasladar su negocio a los planes de empresa puede ser rentable en términos de volumen, los ingresos podrían verse mermados al contar estos productos con unas comisiones de gestión más bajas.
En concreto, y según detalló el propio Escrivá en la Comisión del Pacto de Toledo, la comisión de gestión de los planes colectivos se sitúan por debajo del 0,3%, frente al 1,2% de los individuales.
La opinión de la industria vale, y mucho, en este proceso de cambio del sistema en el que la idea es primar el segundo pilar.
Sobre todo porque, según datos del proveedor estadístico VDOS, los bancos copan casi un 78% del mercado de planes de pensiones en España, seguidos de lejos por los grupos internacionales (8,46%) y las gestoras independientes (7,5%).
Líderes en el sector
La gestora de CaixaBank es líder por patrimonio gestionado, con 17.359 millones de euros y una cuota de mercado del 22,43%, seguida de BBVA AM, con 14.392 millones y una cuota del 18,6% y Santander AM, con un 10,42%.
El principal problema es que, aunque se fomenten los planes de empresa, los individuales quedarían 'apartados' si se eliminan sus bondades fiscales. “La mayoría de la gente contrata y aporta a su plan privado para desgravarse en la declaración del año siguiente”, reconocen desde uno de los principales bancos comercializadores.
Los estudios de la industria avalan esta afirmación. Según un reciente informe de Inverco, de los 7,5 millones de partícipes que actualmente existen en planes individuales, un 66,7% no realiza ninguna aportación durante el año siguiente a la contratación. Y los que sí lo hacen, apenas ingresan 900 euros al producto. “Si la desgravación desaparece, los ahorradores dejarán de aportar al no encontrar rentable la inversión”, insisten.
El presidente de la patronal, Ángel Martínez-Aldama, aconseja prudencia hasta que el Gobierno defina el modelo definitivo, que se basará en las conclusiones del informe sobre beneficios fiscales que ya ultima la Airef.
Sí al plan de empleo
En una primera valoración, Martínez-Aldama considera que “en la medida en que el sistema de empleo aumente su propia cobertura, no habrá que eliminar la deducción al sistema individual pues, de forma voluntaria, los individuos lo harán por que ya tendrán la cobertura de empleo”.
Desde la patronal de seguros Unespa también critican que la fórmula escogida por el Gobierno puede generar “pensiones de primera y de segunda” para los futuros jubilados. “El tejido productivo español está compuesto por pymes y hay muchas en las que, si no es con un sistema obligatorio, sus trabajadores pueden encontrarse sin ninguna alternativa: ni el plan de empresa ni las ventajas del individual”.
De hecho, desde Inverco también plantean que, si no es ‘semiobligatorio’, los planes del Gobierno no llegarán a buen puerto, recordando que “el sistema de planes de empleo español es actualmente voluntario y cubre escasamente al 10% de los trabajadores".
En este sentido, los expertos creen que el Gobierno debe impulsar medidas como la asociación entre distintas pymes para ofrecer un mismo plan de pensiones a sus empleados, o bien, imitar el modelo británico, en el que la empresa está obligada a ofrecer un plan a sus empleados. Estos después deciden si quieren seguir ahorrando para la jubilación por esa vía.
“Desde su implantación, más de 11 millones de trabajadores se han incorporado a un producto que antes no tenían”, indican desde Inverco. La patronal recuerda que, sin una cobertura de los planes de empleo “al cien por cien”, los planes individuales seguirán siendo imprescindibles para complementar las pensiones públicas.