Los planes de pensiones individuales han empezado el 2021 con peor pie del que terminaron el 2020. En enero, estos vehículos de ahorro para la jubilación han registrado prestaciones netas de 60 millones de euros, y su patrimonio ha bajado en 290 millones respecto a diciembre, según las últimas cifras sectoriales de Inverco.
“La corrección experimentada por los índices bursátiles en los últimos días de enero ha provocado un ligero ajuste en las carteras”, esgrime la patronal de las gestoras. A esto también hay que sumarle el temor a la tercera ola de la pandemia.
No obstante, puntualiza Inverco, en términos interanuales, el volumen de los planes privados registra un crecimiento del 2,4%, casi 1.942 millones más que en enero del año anterior.
En la actualidad, sus activos bajo gestión se sitúan en los 81.724 millones de euros.
En todos los plazos de tiempo disponibles, su rentabilidad media anual neta de gastos es positiva: del 3,2% a 26 años, el periodo más largo; 3,1% a diez años; 2% a cinco años; 1,4% a tres años y, en el plazo más corto, 0,3% en los últimos 12 meses, donde se enmarca la incidencia del coronavirus y la crisis económica.
Se rompe la racha
Cabe recordar que, aunque el Gobierno aprobó a finales de marzo del año pasado la medida extraordinaria que permitía a los partícipes de planes de pensiones rescatar su dinero si sufrían un ERTE o el cese de su negocio con motivo de la Covid-19, el 2020 finalmente se saldó con 1.335 millones en aportaciones netas a los planes individuales, cuando en 2019 la cifra había sido de 1.156 millones.
Es más, el conjunto de los sistemas privados de pensiones registraron el pasado ejercicio sus mayores entradas en 11 años: 1.176 millones frente a 828 millones un año antes, lo que supuso un incremento superior al 43% durante 2020.