Nuevo trasvase de beneficios fiscales desde los planes de pensiones individuales a los planes de empleo. La aportación máxima anual a desgravar en el IRPF en los primeros bajará de los 2.000 a los 1.500 euros, mientras que en los segundos subirá de los 10.000 euros hasta los 10.500.
Así lo han confirmado fuentes del Gobierno tras el Consejo de Ministros extraordinario celebrado este jueves en el que se han presentado las líneas maestras de los Presupuestos Generales del Estado de 2022. En ellos, se establece un récord de inversión, con un 46% más para políticas de vivienda y duplicándose el gasto en juventud.
Será el segundo trasvase fiscal de unos planes privados a otros en dos años consecutivos. Este es el primer ejercicio donde la aportación máxima anual en los planes individuales no es 8.000 euros como antes, sino 2.000, mientras que en los planes de empresa ya no es 8.000, sino 10.000.
Esta medida con respecto a los planes privados para la jubilación se suma a la anunciada el martes, en el Consejo de Ministros ordinario, de que los afectados por el volcán de La Palma podrán rescatar su plan de pensiones. Una medida extraordinaria que sigue la fórmula establecida en marzo de 2020 con motivo de la Covid-19.
Prestaciones netas en ambos sistemas
A cierre de junio, el conjunto de los sistemas privados de pensiones gestionaba más de 124.000 millones de euros en activos, según Inverco. De ellos, casi 86.250 millones estaban en el sistema individual y cerca de 37.000 millones procedían del sistema de empleo. El resto estaba en planes asociados.
A pesar de haber trasvasado beneficios fiscales de unos a otros, lo cierto es que el primer semestre del año ha sido nefasto para ambos tipos de vehículos financieros finalistas. Los planes individuales registraban prestaciones netas de 193 millones y los de empleo, 72 millones.