Los fondos de pensiones de empleo en España cierran uno de los mejores resultados de su historia. Y precisamente lo hacen en la antesala del lanzamiento de los nuevos fondos de pensiones de empleo de promoción pública, impulsados por el Gobierno de Pedro Sánchez y el ministro José Luis Escrivá.
Según un informe de WTW Investments, en 2021 estos vehículos de ahorro finalista complementarios a la pensión pública mostraron una rentabilidad media del 6%, alcanzando el 8% si nos referimos a rentabilidad media ponderada.
Pero a este resultado casi de récord, subyacen varias lecturas. La primera, que los fondos de pensiones de mayor tamaño han tenido mejores resultados, una tendencia relevante que gana cada año más peso en el mercado.
En este sentido, si diésemos un salto al pasado y nos situásemos a 31 de diciembre de 2011, el diferencial de rentabilidad de los fondos de pensiones de empleo grandes contra los pequeños con rentabilidades a diez años era del 0,3%. Ese diferencial, a 31 de diciembre de 2021, se ha multiplicado por tres.
Entre los factores que explican esta tendencia, destaca la posibilidad que tienen los grandes vehículos de invertir en clases de activos que quizás los fondos más pequeños tengan más dificultad para incorporar. Por ejemplo, el incremento del 0% al 10% de asignación estratégica a activos ilíquidos o no cotizados, pone en contexto WTW Investments.
Los individuales, en declive
Una segunda lectura que hace Alejandro Olivera, director asociado del área de Investments de WTW España, es que clasificar únicamente los fondos de pensiones de empleo en cuanto a su rentabilidad “cada vez tiene menos sentido, ya que cada fondo tiene una estrategia de inversión diferente”. Así, la consultora aboga por incorporar métricas sobre el modelo de gobernanza y la integración de la sostenibilidad.
Mientras los nuevos fondos de pensiones empresariales promovidos por el Estado arrancan, a falta de la reglamentación de la letra pequeña (comisiones o umbrales mínimos de patrimonio para la participación de gestoras y bancos depositarios), los planes de pensiones individuales encaran su segundo ejercicio con recorte fiscal en su aportación máxima desgravable en el IRPF, que ahora está en los 1.500 euros anuales.
Y como recoge VDOS, los datos son alarmantes. En febrero, el sistema individual sufrió reembolsos netos de 67 millones de euros, que se suman a los 80 millones de salidas netas que ya se produjeron en enero, elevando así las pérdidas a casi 150 millones en el año.
Esto supone multiplicar en solo dos meses por 1,5 veces el total de los reembolsos netos del año pasado, un ejercicio el 2021 que se caracterizó por convertirse en el primer año de la historia de España con salidas de dinero en los planes individuales a causa del recorte fiscal.
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