Esos 8.130 millones de euros supusieron una reducción del patrimonio total del 9,7%, hasta los 75.636,9 millones. El descenso vino principalmente motivado por el rendimiento negativo de las carteras por valor de 7.865 millones de euros, según datos de Vdos.

El complejo entorno económico -provocado por las tensiones inflacionistas, la guerra de Ucrania y los temores a una recesión- se vio reflejado en los mercados financieros, tanto en los bursátiles como en el de bonos.

Mercados financieros

La deuda pública -especialmente la de mayor duración- sufrió fuertes correcciones en el precio, lo que provocó el incremento de su rentabilidad en un contexto de subida de tipos de interés por parte de los bancos centrales. El interés exigido al bono español a 10 años, por ejemplo, cerró el semestre en el 2,58%, tras iniciarlo torno al 0,6%.

La renta variable no escapó de la hecatombe. La mayoría de los principales índices registraron caídas de dos dígitos. El Nasdaq perdió casi un tercio de su valor, mientras que el S&P 500 se hundió más de un 20%. Fue su peor primer semestre desde 1970.

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En Europa, el Dax alemán se dejó un 19,5% y el Cac 40 francés, un 16,5%. Otros mercados sufrieron en menor medida, como el Ibex 35 español, que perdió un 7,1%, y el FTSE 100 británico, que cayó un 2,9%.

En este contexto, y según datos de Vdos, solo los planes de pensiones de Francisco García Paramés escaparon de las caídas. Cobas Pensiones fue la única gestora que logró cerrar el semestre en positivo, con una rentabilidad media del 5,07%. Por el contrario, todas las grandes firmas registraron rentabilidades negativas. La menor caída de todas ellas, del 6,7% de media, fue la de BBVA Pensiones.

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Ni siquiera el primer semestre de 2020, cuando dio inicio la pandemia de coronavirus y se vivieron auténticos momentos dramáticos tanto en lo sanitario como en lo económico, fue tan negativo. Teniendo en cuenta las cifras ofrecidas por la plataforma, entre enero y junio de ese año, el patrimonio de los planes de pensiones individuales se redujo en 3.027 millones de euros.

En aquel momento, la evolución de los mercados fue negativa, pero los inversores aprovecharon las caídas para invertir o ampliar sus posiciones. Las aportaciones, y también la recuperación de los mercados registrada en la segunda parte del ejercicio, hicieron que el patrimonio creciera en 2020.

Fiscalidad

Los inversores se anticiparon a la entrada en vigor -a partir del 1 de enero de 2021- de la rebaja de 8.000 a 2.000 euros de la aportación máxima a los planes de pensiones privados con derecho a deducción en el IRPF. Así se contemplaba en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) elaborados por el Ejecutivo de coalición para ese ejercicio.

En 2022, el golpe fiscal del Gobierno a estos vehículos de ahorro previsional ha sido de otros 500 euros, con lo que la aportación máxima con exenciones fiscales se ha reducido hasta los 1.500. Es decir, en total el recorte ha sido de 6.500 euros en solo dos años.

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Pero la pérdida de patrimonio sufrida en la primera parte de 2022 no solo se debió al mal comportamiento del mercado. Además, los inversores retiraron 264,7 millones de euros. Para encontrar otro semestre con reembolsos hay que retroceder hasta el primero de 2019, cuando salieron por este concepto 260,13 millones de euros del sistema.

El 2018 tampoco fue un buen ejercicio para los planes de pensiones individuales. En total, el patrimonio se redujo en 2.400 millones del sistema. Sin embargo, y según datos de Vdos, el peor momento para estos productos fue la gran crisis financiera.

Crisis

Entre 2008 y 2012, los planes de pensiones enlazaron ocho semestres consecutivos en el que el patrimonio bajó, ya sea por registrar captaciones netas negativas o por las fuertes caídas que sufrieron los mercados financieros.

Según datos de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y de Fondos de Pensión, Inverco, desde 1997, cuando el sistema contaba con 1,71 billones de pesetas, y hasta el estallido de la crisis financiera, el patrimonio de los planes de pensiones prácticamente no paró de crecer semestre a semestre.

La patronal del sector defiende que, a pesar de que el comportamiento a corto plazo es negativo, la naturaleza de los planes de pensiones -pensados para el largo plazo- permite obtener rentabilidades positivas con un horizonte temporal más amplio.

Por ejemplo, en el medio plazo -a 10 y 15 años- los planes de pensiones presentan una rentabilidad media anual neta de gastos del 3,3% y del 1,4%, respectivamente. A largo plazo -26 años- la subida es del 2,7%.