En 2025 se podrá reembolsar aquel dinero de planes de pensiones que cumpla 10 años: ¿y ahora qué?
- A las entidades les preocupa que, unido a su peor fiscalidad, haya rescates masivos a partir del año que viene.
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Los planes de pensiones privados cada vez tienen más puertas de emergencia. Estos vehículos de ahorro para la jubilación podrán ser rescatados a partir de 2025. Pero, con una salvedad: solamente para aquellas participaciones que acumulen diez años de antigüedad.
Esto es, todo aquel dinero que se aportase hasta el 31 de diciembre de 2014, al cumplir su décimo aniversario este 31 de diciembre de 2024, podrá ser reembolsado en cualquiera de sus formatos de renta o capital a partir del 1 de enero de 2025.
Esta norma fue aprobada en 2014, cuando Cristóbal Montoro era ministro de Hacienda con Mariano Rajoy. Este régimen de liquidez se aplicará tanto en los planes de pensiones individuales y asociados, como en los de empleo, siempre y cuando en estos lo permita su estatuto. También será de aplicación en el caso de los planes de previsión asegurados, planes de previsión social empresarial y en los contratos de seguros suscritos con mutualidades de previsión social.
Si bien las entidades financieras, a través de la patronal de las gestoras de pensiones Inverco, han hecho presión durante este tiempo para que su entrada en vigor se retrasase preocupadas por que las salidas de dinero a partir del año que viene sean masivas, lo cierto es que los diferentes Gobiernos -tanto del PP como del PSOE- han dejado la norma tal y como estaba en su diseño inicial.
Aunque los Ejecutivos han hecho caso omiso de sus peticiones y sugerencias, que llegaban incluso al extremo de pedir su derogación, el planteamiento que bancos, aseguradoras y gestoras independientes hacían -y siguen haciendo- es que un producto de ahorro-inversión finalista como son los planes de pensiones individuales -donde se centran ahora los focos- no debe garantizar liquidez de forma ordinaria porque estaría vulnerando su propia idiosincrasia. Así las cosas, a continuación se explica el contexto que rodeará a los nuevos planes de pensiones a partir de 2025.
Supuestos especiales de liquidez
Antes de que este nuevo supuesto especial de liquidez a los diez años entre en juego el próximo ejercicio, el sistema individual ya contaba con otros seis: enfermedad grave, desempleo de larga duración, desahucio de la vivienda habitual, Covid-19, el volcán de La Palma y, desde hace un par de semanas, los afectados por la DANA en la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Andalucía pueden sacar hasta 10.800 euros de sus planes para reconstruir sus vidas y negocios.
Para acogerse a estos supuestos, los partícipes no tienen que cumplir ningún plazo mínimo de permanencia, sino acreditar que se encuentran en una de estas situaciones.
Según estimaciones de Inverco, los pagos por todos estos supuestos especiales de liquidez ascendieron a 139 millones de euros en 2023. El año con una cuantía más alta del último lustro fue el 2020, cuando se pagaron casi 303 millones a causa de la pandemia.
Desde que estas ventanas de escape existen, fue en 2013 cuando más planes se rescataron, por valor de 484 millones de euros, en plena crisis del euro y tras la gran crisis financiera mundial. Sin embargo, por ahora no existen previsiones oficiales de la profundidad con la que puede afectar a los planes de pensiones privados la liquidez a los diez años.
El antecedente vasco
Esta liquidez a los diez años viene precedida de la experiencia en el País Vasco, donde sus Entidades de Previsión Social Voluntaria (EPSV) ya llevan mucho tiempo aplicando este supuesto.
En el caso de los planes de pensiones vascos, las aportaciones se pueden retirar a partir de diez años después de la primera aportación a cualquier plan de EPSV. Por ello, suelen aconsejar las entidades financieras, lo óptimo es hacer una primera aportación, aunque pequeña, lo antes posible, porque a los diez años de esta primera aportación toda la inversión en planes de EPSV del cliente será líquida.
Para que esto sea válido, los estatutos de las EPSV tienen que prever el derecho a la baja voluntaria. Y, posteriormente, los rescates parciales minorarán la cuantía de las reservas por importe del total rescatado más los gastos y/o porcentajes de penalización que los estatutos establezcan.
No obstante, patronales y entidades asociadas siempre han querido ver el vaso medio lleno, dado que, en el País Vasco, a pesar de disfrutar de esta excepcionalidad desde hace bastantes años, los ahorradores no han echado mano en masa a sus planes de pensiones privados y han mantenido su dinero hasta el momento de la jubilación.
Rentabilidades "aceptables"
Un argumento utilizado por Inverco y las gestoras para desincentivar a aquellos partícipes que se plantean rescatar su dinero con antigüedad mínima de diez años a partir de 2025 es que sale más a cuenta tenerlo dentro que fuera, porque las rentabilidades de estos productos son competitivas.
A tenor de los datos que ofrece la propia Asociación, el conjunto de los planes de pensiones (individuales, de empleo y asociados) ofreció una rentabilidad media anual del 2,26% a 25 años, con cifras a cierre de 2023. El rendimiento anual de los últimos diez años fue del 2,77%, mientras que en el lustro anterior se llegó al 3,55%.
El hándicap de la fiscalidad
Otro tema relacionado con estos vehículos es su peor fiscalidad desde 2021, cuando el Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos trasvasó beneficios fiscales desde los planes individuales a los de empresa para fomentar estos últimos entre pymes y autónomos.
En 2021 se redujo el límite máximo de aportación deducible anualmente en el IRPF de los 8.000 a los 2.000 euros, y en 2022 se volvió a reducir este límite hasta los 1.500 euros anuales.
Esto ha propiciado que la serie histórica se dé la vuelta y desde entonces el sistema individual ha sufrido prestaciones netas crecientes todos los ejercicios: 92 millones de euros en 2021, 667 millones en 2022 y 812 millones en 2023.
Las entidades se temen que la liquidez a los diez años termine por rematar a un producto financiero que fiscalmente ya no es tan atractivo para los ciudadanos y en un momento en el que los nuevos planes de pensiones de empleo no acaban de arrancar.