La revalorización de las pensiones contributivas se produce de acuerdo con el Índice de Precios al Consumo (IPC), a través del cual se mide la inflación, un factor de gran relevancia, puesto que, sobre la base del mismo, se puede garantizar que los pensionistas puedan no ver mermado su poder adquisitivo ante el incremento del coste de vida.
De esta forma, esta actualización es necesaria para que sus ingresos se ajusten a la inflación, pero al mismo tiempo se trata de buscar unas mejores condiciones para quienes perciben unas rentas más bajas.
Anualmente, las pensiones suben según los datos del IPC del último año, hasta noviembre del año anterior, y para el año 2024 finalmente esta cifra ha alcanzado el 3,8%, lo que supone un notable aumento para este tipo de pensiones.
De la subida no solo se benefician los ya jubilados, sino también futuros pensionistas, que verán como sus derechos se adaptan a la realidad económica actual. Este hecho es clave en un mundo actual en el que la inflación no deja de crecer, provocando que el coste de los servicios y productos siga aumentando, afectando así a la economía de los ciudadanos, especialmente de aquellos más vulnerables.
El Gobierno de España, que trata de mantener su compromiso para el bienestar de los jubilados, ha implementado distintas medidas enfocadas a reducir la brecha existente entre el coste de la vida y las pensiones más bajas. Es por ello por lo que los beneficiarios de una pensión con cónyuges a cargo disfrutarán de una revalorización adicional, una medida enfocada a tratar de reducir que haya un riesgo de pobreza entre los hogares con menos recursos, además de garantizar que el sistema de pensiones continúe siendo sostenible a largo plazo.
Cómo se calculan las pensiones contributivas
Para efectuar el cálculo de las pensiones contributivas se recurre a la media interanual del IPC, lo que garantiza que las subidas se encuentren alineadas a la inflación. En el año 2024, el mencionado aumento del 3,8% en estas pensiones ha sido aplicado sobre todas las modalidades, desde las pensiones de viudedad hasta las de jubilación.
Así pues, aquel perceptor de una pensión que reciba la pensión media de jubilación, cifrada en 1.380 euros al mes, podrá disfrutar de un aumento mensual de unos 52 euros, lo que supondrá que cobrará unos 734 euros más al año. De esta manera, se trata de un incremento que busca tratar de proteger el poder adquisitivo de los pensionistas, de manera que puedan hacer frente a sus gastos diarios, afectados por un constante aumento de precio.
Diferencias entre tipos de pensión
No obstante, hay que tener en cuenta que no todas las pensiones disfrutan del mismo ajuste, pues, aunque en el caso de las contributivas, sí que se disfrutará de un incremento del 3,8% en todas ellas, no es así en el caso de las pensiones no contributivas, que están enfocadas a quienes no han cotizado lo suficiente, y que en este caso disfrutarán de un incremento del 6,9% en comparación con el pasado año.
En este sentido, la pensión mínima de jubilación también ha recibido una sustancial mejora, al alcanzar los 11.552,80 euros al año para quienes no tienen cónyuge a cargo, y llegando a los 14.466,20 euros al año, para quienes sí lo tienen.
Por su parte, las pensiones de orfandad y viudedad también han sufrido un aumento notable. En el caso de las pensiones de viudedad para quienes tienen cargas familiares alcanzarán los 14.466,20 euros/año, mientras que las pensiones de orfandad se han ajustado a 3.533,60 euros al año. Asimismo, los beneficiarios que sean menores de edad y padezcan una discapacidad importante recibirán un aumento superior, alcanzando a los 6.946,80 euros anuales. Con estos ajustes se busca cubrir las necesidades específicas de los colectivos más vulnerables dentro del propio sistema de pensiones.
El ajuste de las pensiones en España para el presente año 2024 muestra un gran avance para proteger el poder adquisitivo de las personas jubiladas, de manera que estén en disposición de responder al incremento del coste de vida.
Las pensiones en el futuro
Una vez conocido el subidón de las pensiones, que permitirá a millones de beneficiarios tener unas prestaciones superiores a las actuales, se debe pensar en un futuro en el que se espera que las pensiones continúen con su revaloración anual en función del IPC, tal y como recoge la Ley 21/2021, de 28 de diciembre, de garantía del poder adquisitivo de las pensiones y de otras medidas de refuerzo de la sostenibilidad financiera y social del sistema público de pensiones.
Las primeras estimaciones apuntan a que el Índice de Precios al Consumo (IPC) se situará en torno al 3,06%, lo que significa que los pensionistas seguirán disfrutando de nuevos aumentos en sus respectivos ingresos, ajustándose al coste de la vida. A ello hay que sumar que, a partir del próximo año 2025, los mayores de 65 años con cónyuges a cargo recibirán un aumento extra que está enfocado a minimizar la brecha existente entre su pensión y el umbral de pobreza, en una medida que se extenderá hasta el año 2050.
En cualquier caso, por el momento tan solo son estimaciones, pues el dato definitivo del IPC, que será quien marque la revalorización final de las pensiones para el próximo año, se dará a conocer en el próximo mes de diciembre. De esta forma, se comenzará a aplicar la nueva subida en las pensiones a partir del 1 de enero de 2025.