Cerca del 37% de los usuarios de banca y seguros en España utiliza también productos fintech. Son datos de un informe de Finanbest, en el que se pone de relieve que el mundo de los neobancos cobra cada vez más importancia en España, aunque aún estamos muy lejos de los niveles de otros países europeos. Un escenario en el que hay operando más de 300 empresas en nuestro país, pero en el que ya empiezan a destacar algunos operadores.
Bnext es uno de esos protagonistas. Una entidad que daba el salto al mercado el pasado diciembre gracias a un crowdfunding, y cuyos clientes “ya no caben en el Bernabéu”, según dice con orgullo su consejero delegado, Guillermo Vicandi, en conversación con EL ESPAÑOL. Un neobanco que, a partir de una tarjeta de crédito y una cuenta corriente “ofrece un marketplace” de productos financieros con el que buscan “ingresos que nos ayuden a ser sostenibles”.
Un modelo de negocio totalmente contrario al de la banca tradicional, explica Vicandi. “Nuestros clientes no pagan comisiones, nosotros cobramos a los proveedores que lanzan sus ofertas en nuestra plataforma”, prosigue. Y es que los clientes de Bnext ya pueden contratar créditos al consumo, micropréstamos e hipotecas; todos ellos procedentes de la banca tradicional.
Me cuesta ver un escenario en el que los grandes bancos desaparezcan
La oferta todavía es limitada, aunque ya cuentan también con un roboadvisor para fondos, cambio de divisa física y una oferta de avales para el alquiler. Además, la empresa ya está buscando socios para lanzar una oferta de seguros de vida, viaje y -sobre todo- móvil.
Lo que busca Bnext es aprovecharse del cambio en las formas de consumo de los usuarios. “La oferta de productos se ha atomizado hasta niveles extremos, porque ahora contratas a la carta. Sin embargo, los grandes bancos siguen ofreciendo todo paquetizado”. Es decir, que busca librar a su cliente de la tiranía de tener que pedir una hipoteca y vivir con el seguro, la cuenta corriente y la tarjeta del banco que la ha concedido.
Vicandi explica que, aunque sean ofertas de otros bancos, las condiciones “son las mismas”, por lo que no existe un sobrecoste por contratar con ellos. Precisamente, esa dependencia de las entidades financieras, es la que hace que el CEO de Bnext considere que son friendnemies (una mezcla de amigos y enemigos) de los bancos.
El papel de la banca
“Nuestro modelo de negocio es una muestra clara de que las cosas están cambiando, porque trabajamos con ellos. De hecho, nuestra licencia depende de otra entidad, dado que no queremos tener una licencia bancaria propia. Ahora bien, de ahí a una colaboración total en la que los bancos sean meros proveedores nuestros, hay un paso. No sé si están preparados para llegar a ese punto”, sentencia.
Lo que sí parece tener claro Vicandi es que algo está cambiando para los grandes bancos. “Mira lo que ha hecho BBVA en Inglaterra con su inversión en Atom, por ejemplo. Hasta ahora si una gran entidad financiera quería crecer fuera tenía dos opciones: gastarse 3.000 millones en comprar un banco, o gastarse esa cifra en crear la infraestructura. Ahora sólo necesitan lanzar un neobanco para lograr el mismo resultado”.
Para el CEO de Bnext la regulación que tanto reclaman las entidades financieras no es un problema. Más bien a la inversa. A su juicio es más necesaria que nunca, eso sí “equivalente a lo que haces, y que no sea igual para todo el mundo, sentencia”. Todo un dardo para los banqueros que exigen que el sector de las fintech cuente con las mismas normas que ellos.
Hasta ahora un banco tenía dos opciones para crecer: gastarse 3.000 millones en comprar un banco o gastárselos en desarrollar la infraestructura. Ahora sólo necesita lanzar un neobanco
¿Qué quiere decir con ello? Básicamente, por ejemplo, que Bnext no tiene una licencia bancaria propia, utiliza a otro banco para funciona. Por tanto, el dinero de sus clientes es depositado en una cuenta que no puede tocar. Sin embargo, los bancos sí pueden invertir los depósitos de sus clientes. “¿Por qué voy a necesitar los mismos requisitos de capital?”, se pregunta.
No sólo eso, es que el CEO de este neobanco solicita al regulador “que proteja al consumidor y no a los bancos. Eso sí, intentando detectar los problemas que podamos causar las fintech e intentando mitigarlos”. Y es que para Vicandi el sector se enfrenta dos grandes riesgos, y el mayor es el regulatorio.
El otro foco de incertidumbre no afecta sólo a los neobancos, también a las startup. “Si un gigante como Uber (que ahora podría salir a Bolsa con una multimillonaria valoración) cae, arrastrará a todas las startup consigo”, advierte.
La regulación es más necesaria que nunca, pero debe ser equivalente a lo que haces.
Por eso desde Bnext celebran la llegada del sandbox regulatorio (una especie de marco de operaciones virtual para que se puedan estudiar las leyes que necesitan los nuevos operadores) anunciado por la ministra de economía, Nadia Calviño. “Dudo que llegue antes de final de año, pero bien ordenado y apoyando la innovación, puede ser muy positivo”, reflexiona.
Vicandi recibió a EL ESPAÑOL en sus oficinas de Madrid; un piso céntrico que todavía está sin terminar de decorar y que, a priori, así se va a quedar. “Calculamos mal y se nos va a quedar pequeño en breve”, bromea. Le replico que eso es síntoma de que crecen y de que -quien sabe- a lo mejor en breve se convierten en un ‘unicornio’. “Mi escenario ideal sería salir a Bolsa y dar una gran rentabilidad a nuestros accionistas, pero es es muy complicado”, lamenta.
Sueños aparte, el CEO de Bnext tendrá que conformarse con el millón y medio de euros que cinco fondos de inversión inyectaron en forma de capital semilla el pasado mes de julio. “Vivimos de eso porque gastamos más de lo que ingresamos. Eso sí, nuestro objetivo -aunque ahora no es la prioridad- es alcanzar la rentabilidad”.
¿No se plantean crecer y vender? “Si juegas a crecer una cosa para venderla y no la vendes, lo que viene después no tiene nombre. Es más fácil montar algo sostenible. Si después viene una oferta, pues se estudiará”.
El tiempo dirá si este emprendedor se sitúa entre los ganadores de la partida del fintech y la lucha contra los bancos o no. Lo que sí tiene claro es que no todos los players que ahora hay en el mercado llegarán a la meta. “Algunos desaparecerán, otros los comprarán los bancos, otros se harán grandes y muchos se fusionarán”, pero sí parece que esta ola de cambios en las finanzas ha venido para quedarse y que el sector bancario va a cambiar radicalmente de aquí a los próximos años. Antes de terminar, un aviso: "me cuesta ver un escenario en el que los grandes bancos desaparezcan". Ahí es nada.