Fue a finales de 2017 cuando se desató la fiebre por las criptomonedas. La subida y la bajada de las cotizaciones del bitcoin, del ethereum o del ripple copaban las principales portadas de los medios económicos en plena volatilidad de las mismas.
Tras unos meses con picos de subidas y bajadas sin atender a razón, en los que el precio de criptomonedas como el bitcoin rebasaba el precio de 14.000 dólares por unidad, la volatilidad fue descendiendo progresivamente. Lo mismo sucedió con los precios de todas las monedas virtuales. Un año después, la cosa parece haberse estabilizado y el valor está muy lejos de las cifras que se manejaban hace 12 meses.
Tanto es así que, por ejemplo, el bitcoin ronda los 6.400 euros o el ethereum los 455 dólares, cuando hace 12 meses su cifra se multiplicaba por dos. Este hecho ha provocado, tal y como se extrae del informe trimestral del Observatorio de Digitalización Financiera de Funcas Criptomonedas, Evolución y Tendencias, que la caída del valor de mercado de estas divisas ha sido del 3% respecto al valor a cierre del primer trimestre, y del 58% en comparación con inicios de año. Según datos de coinmarketcap a fecha de 30 de junio, el criptomercado estaba compuesto por 1.601 activos cotizados.
Este descalabro, en gran parte, viene precedido del informe que elaboró el Fondo Monetario Internacional en el que se indicaba que “un rápido crecimiento de los criptoactivos podría provocar nuevas vulnerabilidades en el sistema financiero internacional".
Cinco monedas depreciadas en el top 10
Estos datos negativos de 2018 tienen una consecuencia directa en la devaluación y revalorización de las criptomonedas. Así, tal y como se explica en el citado informe, de las diez monedas virtuales principales, cinco se han depreciado y cuatro de ellas se han revalorizado. Una de ellas ha cotizado plano durante los últimos meses.
Con una gran diferencia respecto a la segunda, la criptomoneda que mejor evolución ha presentado durante este periodo ha sido EOS, con un incremento de su valor del 49%. En el lado contrario se encuentra litecoin, que ha sufrido una depreciación del 32%. El bitcoin, como criptomoneda de referencia, terminó el trimestre con una capitalización un 9% inferior con respecto a los anteriores tres meses.
271.000 millones de euros invertidos
El ansia por invertir en criptomonedas sigue estando latente en los mercados. Si bien es cierto que el prototipo del inversor medio es una persona que no suele invertir con asiduidad en bolsas, fondos, bonos o materias primas, el dinero que se mueve es para echarse a temblar.
La capitalización durante el último trimestre de 2018 ha llegado hasta los 271.000 millones de euros, una cifra ligeramente superior a la que se produjo durante los tres meses anteriores.
En lo referente al volumen transaccionado por las criptomonedas, se puede observar cierta correlación entre la evolución del mismo y la evolución de su capitalización.
En este sentido, la reina de la capitalización es el bitcoin que tiene un total de 106.450 millones de dólares en circulación. Muy atrás se queda el ethereum con 43.789 millones de euros. El top 3 lo cierre el ripple con una valoración total de 17.829 millones.
Le siguen el bitcoin cash ( 12.340 millones), el EOS (6.936 millones), el litecoin (4.510 millones), Stellar (3.500 millones), el cardano (3.200 millones), el tether (2.700 millones) y el IOTA (2.681 millones).
Radiografía de las criptos en España
De todas estas ICOs (ofertas iniciales) lanzadas por equipos españoles hasta junio de 2018, más de la mitad de las que se tiene información han sido constituidas en territorio extranjero (58%), habiendo sido la mayoría de éstas últimas en territorios con regulación favorable (50% sobre el total de las que se registra información) como Suiza, Gibraltar, Singapur o Estonia. Lo que demuestra que, pese a ser todas de 'nacionalidad española' han preferido, en su mayoría, constituirse en países donde la regulación resulta más acogedora.
Por otro lado, resulta reseñable cómo, a pesar de las advertencias de las autoridades españolas sobre los riesgos que entrañan estas figuras, no han impedido que un 42% de estas ICOs hayan sido constituidas en España.
¿Es buen momento para invertir?
Con todos los números en la mesa, la pregunta parece clara. Y la respuesta, también. La inversión en las criptomonedas es una buena apuesta, aunque debe considerarse como un negocio a largo plazo.
“Desde principios de 2018, el bitcoin parece tener un suelo en alrededor de 6.000 dólares, ya que rebota repetidamente cuando llega a ese nivel. Después de perder el 66% de su valor en pocos meses, creo que el inversor tenderá a ser más cauteloso y no apostar de manera masiva como lo hizo a finales de 2017”, explica Clement Thibault, analista senior de Investing.com.
Juan Enrique Cadiñanos, máximo responsable de Admiral Markets en España, repasaba la actualidad económica hace unas semanas en EL ESPAÑOL y también valoraba positivamente la entrada en criptomonedas: "Los descensos de las divisas virtuales dejan unos niveles razonables para entrar", valoraba.