Los pagos realizados con el teléfono móvil a la hora de comprar un artículo en los puntos de venta todavía suponen menos del 0,2% del gasto total con tarjeta, según el informe Payment Plus elaborado por Oliver Wyman.
Y aunque Samsung y Google lanzaron sus propios métodos de pago móvil, el 80% de las credenciales están concentradas en Apple Pay. De hecho, en 2017, las instituciones financieras abonaron 3.000 millones de dólares (2.640 millones de euros) en concepto de tasas a la compañía de Cupertino.
A través del análisis de datos de 59 instituciones financieras de pequeño y gran tamaño de Estados Unidos, que representan la aproximadamente la mitad de todo el mercado bancario, acerca del desarrollo de pagos móviles, el comercio electrónico y los pagos en tiempo real, la consultora concluye que la adopción de pagos móviles entre los principales operadores se ha incrementado un 5,5% de media desde 2015.
Se trata de Samsung Pay, Google Pay y Apple Pay, plataformas que año tras año duplican el número de clientes que poseen una tarjeta de pago dentro de la cartera móvil.
El lanzamiento de Apple Pay, en octubre de 2014, supuso un potencial "punto de inflexión" que conllevó una rápida adopción por parte de los bancos más importantes y una creciente aceptación por parte del mercado.
Más adelante, con la incorporación de Google Pay y Samsung Pay, los consumidores pueden ahora descargar todas sus tarjetas bancarias e interactuar con ellas en, prácticamente, todos los dispositivos móviles del mercado.
Entre el año 2015 y 2017, la adopción de pagos móviles en Samsung Pay se ha incrementado un 6,5%, mientras que el crecimiento de Google Pay y Apple Pay ha sido del 5,5% y 2,5%, respectivamente.