Una de las pesadillas más recurrentes del sector financiero tradicional va tomando forma. El Banco de Irlanda ha dado su visto bueno para que Google pueda realizar transferencias, gestionar tarjetas, domiciliaciones o cambios de moneda. Una decisión que, de facto, le permite operar en las mismas condiciones en el resto de la Unión Europea.
Con esta decisión a Google sólo le faltaría poder captar depósitos para ser un banco tradicional. Un paso más profundo ya que regulatoriamente exige una serie de compromisos mucho más complejos.
El pasado 23 de diciembre el regulador irlandés ha dado a Google Payment Ireland estas capacidades en el marco de la Directiva de Servicios de Pago (PSD2). El objetivo de PSD2 es romper el monopolio de las entidades financieras en lo que tiene que ver con los sistemas de pago en Europa.
Luz verde también en Lituania
La autorización de Irlanda se suma a la recibida en Lituania donde Google Payment también ha obtenido una licencia por parte del Banco de del país (Lietuvos Banka) que permite a la firma propiedad de Alphabet, la matriz de Google, a operar como entidad de dinero electrónico, no solo en Lituania, sino en la totalidad del Espacio Económico Europeo.
"Una vez conseguida la licencia como entidad de dinero electrónico, la compañía podrá emitir dinero electrónico y proporcionar servicios de pago para garantizar el buen funcionamiento de sus mercados en toda Europa, además de trabajar en otros servicios de pago para los consumidores dentro del Espacio Económico Europeo", indicó el banco central lituano.
Sin embargo, en declaraciones a Europa Press, un portavoz del Lietuvos Banka precisó que esta licencia "está cerca de una licencia bancaria, pero no es lo mismo". De este modo, la filial de Google estará autorizada para emitir y canjear dinero electrónico, así como para proporcionar servicios de pago, pero "no tendrá el derecho de aceptar depósitos o proporcionar créditos a los consumidores".