Pese a no dar datos de su crecimiento, en Uber España están muy contentos con su negocio de delivery. El responsable de Uber Eats en España, Manel Pujol asegura que “el modelo es rentable si dejamos de invertir, pero queremos seguir creciendo”. Tanto es así que Uber Eats prevé empezar a funcionar en 31 nuevas ciudades españolas a lo largo de este año.
El plan de expansión incluye A Coruña, Alicante, Avilés, Bilbao, Cádiz, Ceuta, Córdoba, Cuenca, Gijón, Granada, Granollers, Huelva, Jaén, Las Palmas de Gran Canaria, Lugo, Manresa, Melilla, Murcia, Ourense, Oviedo, Palencia, Palma, Pontevedra, Santa Cruz de Tenerife, Santander, Segovia, Toledo, Valladolid, Vigo, Vitoria-Gasteiz y Zamora.
Tras dos años de actividad -Uber Eats llegó a Madrid en enero de 2017-, la plataforma de reparto a domicilio de comida opera con más de 5.000 restaurantes entre los que se incluyen 125 cocinas virtuales. En esta línea, la app destaca que los restaurantes que firman un acuerdo con Uber “disponen de datos de consumo que les permiten identificar oportunidades de crecimiento para su negocio”.
“Hay restaurantes que crean una segunda marca especializada en uno de sus productos o bien grupos que disponen de una única cocina central, no abierta al público, que categoriza sus productos en diversos restaurantes únicamente disponibles en aplicaciones como Uber Eats”, describe la compañía.
Situación de los ‘riders’
Con un contexto en el que las relaciones laborales de los riders (los repartidores de empresas como Uber Eats, Deliveroo o Glovo) se siguen discutiendo en los tribunales, Pujol ha señalado, en un encuentro con periodistas, que su modelo “es bastante claro y transparente”.
El responsable de Uber Eats en España ha señalado que el delivery de Uber funciona a través de una app “que los repartidores pueden utilizar en cualquier momento y lugar; no hay penalizaciones, ni horarios y se puede apagar la app cuando quiera” el rider. Sin embargo, reconoce que “existe un debate paralelo” y asegura que Uber estará “encantado de participar en ese debate”.
Para Pujol el modelo a seguir puede estar en Francia, donde se define “un ámbito donde si la plataforma ofrece un seguro o ciertas garantías, eso no va en detrimento de la relación mercantil con el repartidor”. Reconoce también que “la inspección de trabajo ha llamado a la puerta de todas las empresas del sector”.
Futuro predictivo
Sobre la salida de Uber de Barcelona, mantienen que la compañía sigue teniendo allí oficina y operando su servicio de delivery.
De cara al futuro, el manager de Uber Eats cree que el delivery está “en una fase inicial” de lo que puede “llegar a ofrecer”. En este sentido, explica que en Francia ya han abierto cocinas virtuales al detectar la necesidad de un tipo de restaurante en una zona concreta.
“De momento se nos da bien ser el partner tecnológico de restaurantes. Hasta ahora en España hemos operado de forma reactiva, contactando con restaurantes que ya existen”, describe Pujol.
Por último, le lanza un piropo a la gastronomía española: “La cantidad de restaurantes que hay en España, la variedad y lo bien que lo hacen, no la hay en otros sitios del mundo”.