La puesta en marcha del nuevo impuesto sobre determinados servicios digitales ha vuelto a la casilla de salida. Este miércoles el presidente de Gobierno Pedro Sánchez y su vicepresidenta para Asuntos Económicos se han reunido con los líderes de Google y Apple, encuentros tras los que Nadia Calviño ha puesto paños fríos al calendario de ejecución de la conocida como tasa Google.
Calviño ha indicado este miércoles que España no renuncia a implantar un impuesto digital, pero que va a esperar a que la OCDE defina una "buena" propuesta en el ámbito internacional o se consensúe una acción a nivel internacional.
Unas declaraciones que representan un paso atrás en lo que había venido declarando la propia ministra en los meses previos a la campaña electoral de noviembre. En al menos dos ocasiones Calviño dijo ante la prensa que enviar al Parlamento la tasa Google era una de las prioridades del Ejecutivo en cuanto estuviese constituido como la punta de lanza en su lucha por una "fiscalidad del Siglo XXI".
De hecho, en conversaciones con periodistas la ministra de Asuntos Económicos indicó que el objetivo era aplicar el impuesto sin esperar a la OCDE y adecuarlo a la normativa mundial cuando, posteriormente, se consensuaran sus principales alcances.
Este impuesto está incluido en el programa electoral del PSOE, se aprobó en la anterior legislatura, pero finalmente no se puso en marcha por la convocatoria anticipada de Elecciones ante la imposibilidad de aprobar los primeros Presupuestos de Pedro Sánchez.
"Esperará" a la OCDE
No obstante, ahora el discurso oficial cambia y Calviño ha confirmado que "esperarán" a la OCDE. Este sentido, ha indicado que confía en que haya una propuesta a final de mes por parte de la OCDE sobre imposición digital y ver si hay una perspectiva de alcanzar un acuerdo en el ámbito global a lo largo de 2020.
"Hay que actuar en el ámbito europeo, sin renunciar por supuesto a actuar en el ámbito nacional si no se logran soluciones aceptables en los niveles superiores", ha precisado. En términos prácticos Calviño ha invertido el orden: antes era tasa nacional a la espera de acuerdo mundial y ahora quieren esperar el acuerdo global para tomar decisiones.
Un cambio de posición que no hace más que retrasar la aplicación del impuesto y compromete seriamente los ingresos que se estimaban para este 2020. El objetivo de Sánchez con sus Presupuestos de este año es aumentar el gasto social y para ello es clave la aplicación de la tasa Google, con una recaudación estimada por el Gobierno de 1.200 millones de euros.
Pese a que el sector estima que conseguir este montante es casi imposible -algunas fuentes cifran su recaudación en solo la mitad- lo cierto es que los recursos que se dejarán percibir por esta retrasa tasa Google podrían tener un duro impacto en las estimaciones presupuestarias de este curso.
La nueva versión de Calviño indica que el Gobierno estudiará si propone el nuevo impuesto digital en el proceso de elaboración de los Presupuestos para este año, aunque su meta es avanzar en paralelo en el ámbito europeo y global para alcanzar una solución internacional.
Reuniones con tecnológicas
Técnicamente las fuentes consultadas indican que por un tema de plazos -y tras estas declaraciones- lo más probable es que la tasa Google ya no se vuelva a abordar hasta 2021. Lo primero que debe hacer el Gobierno es sacar adelante los Presupuestos en un trámite parlamentario que probablemente no se resolvería hasta el verano.
Y dentro de este trámite debe decidir cuándo envíe a trámite la tasa Google con plazos de tramitación que tampoco estarían por debajo de los seis meses, tres si es por procedimiento de urgencia. Aunque sería difícil justificar una estrategia de este tipo para un proyecto recaudatorio.
En cualquier caso, todo indica -y las declaraciones de Calviño apuntan a ello- que la tasa Google ha dejado de ser una prioridad, como sí lo era hace unos meses. Entre estas dos versiones Francia y Estados Unidos han pactado una tregua para retrasar la aplicación de un impuesto similar y Sánchez se ha reunido con gigantes tecnológicos como Apple, Google y Amazon web services . Cambio de rumbo.