El mercado español de reparto de comida a domicilio registraría unas pérdidas de unos 300 millones de euros, si es que el Gobierno obliga a las plataformas digitales a contratar por cuenta ajena a los repartidores autónomos que actualmente les prestan servicios, los conocidos popularmente como riders.
Según un informe de Adigital, la patronal que agrupa a empresas como Glovo y Deliveroo, 11 millones de personas se quedarán sin acceso al servicio de reparto de comida a domicilio de las plataformas digitales y los restaurantes dejarán de recibir unos 250 millones de euros en ingresos, si es que este cuerpo legal, actualmente discutido en el marco del Diálogo Social.
Este análisis se basa en la experiencia de Ginebra (Suiza), donde se ha prohibido a los repartidores de Uber Eats operar como trabajadores autónomos. Algunas cifras se han extrapolado a España como estimaciones teniendo en cuenta el tamaño de los dos mercados.
El 1 de septiembre de 2020, Uber Eats se vio obligado a cambiar su modelo de operación en Ginebra. Actualmente, todas las personas que trabajan con Uber Eats son empleados de una flota ya que una tercera empresa de reparto que contrata directamente a los repartidores.
El efecto inmediato de este cambio ha sido la pérdida de trabajo del 77% de
los repartidores (1.000 personas). Durante los tres meses anteriores a septiembre, 1.300 repartidores trabajaban a través de la plataforma de Uber Eats en Ginebra. Con el nuevo modelo, los repartidores tienen que solicitar formalmente un trabajo a la empresa de reparto. Esta sólo ha podido ofrecer trabajo a 300 repartidores. Los demás han perdido su fuente de ingresos con Uber Eats.
Pérdida de empleo
En España, se estima que más de 30.000 trabajadores autónomos operan a través de las plataformas digitales de reparto de comida. Aplicando un ratio similar al del caso de Ginebra, esto significa que 23.000 personas perderían su trabajo en caso de una transición a un modelo de flotas, en un momento particularmente sensible para el empleo en España, con un aumento del paro del 15% en el segundo semestre.
En el caso de Ginebra, la transición ha tenido un efecto inmediato en la reducción del tamaño del mercado. El efecto combinado de la falta de repartidores disponibles, el incremento de los precios y el empeoramiento del servicio, ha llevado a una caída del 30% en el número de pedidos entre el 17 de agosto y el 7 de septiembre. En las semanas siguientes, no se ha observado una recuperación del mercado, a pesar de la estacionalidad positiva tras las vacaciones.
El mercado español genera actualmente 40 millones de pedidos anuales, con valor total de mercado cercano a los 1.000 millones de euros. Un impacto similar al de Ginebra se traduciría en España en la destrucción de 300 millones de euros, por la reducción del tamaño del mercado en los próximos 12 meses, así como una desaceleración significativa de su crecimiento, actualmente estimado en más del 50% anual comparado con el año anterior.
Tamaño de mercado
Los desafíos asociados a la transición al modelo de flotas (económicos y de degradación del servicio) obligará a las plataformas digitales a reducir de manera significativa sus operaciones en cuanto a las áreas de cobertura y disponibilidad horaria del servicio.
En general, se estima que 11 millones de personas se quedarán sin acceso al servicio de reparto de comida a domicilio proporcionado por las plataformas digitales, lo que representa el 18% del mercado actual, mientras 13 millones de personas verán reducido el horario de servicio, lo que representa un 38% del total del mercado actual.
Finalmente, dice el informe, el efecto combinado de la reducción del tamaño del mercado y de su valor tendrá un fuerte impacto en los ingresos de los restaurantes que hoy representan el 70% del total del valor del mercado. La estimación general es que en los 12 meses siguientes a una transición al modelo de flotas, se pierdan más de 250 millones de euros de ingresos adicionales de los restaurantes.