Justo cuando en España empezaba a cobrar fuerza, los gigantes tecnológicos forzaron el apagón de Parler. La plataforma, que aboga por el discurso libre, también cesó a su director ejecutivo John Matze el pasado viernes. Ahora la aplicación lucha por volver a estar disponible por completo para dar servicio a sus cerca de 15 millones de usuarios
Los directivos de la compañía apuestan por reactivar la plataforma, pero son conscientes del impacto que esta red social tiene en ciertos ambientes con discursos vinculados con frecuencia a Donald Trump, y el impacto que esto puede tener en determinados ambientes sociales.
El motivo de la desconexión y la salida de Matze se deben, según él mismo ha explicado en declaraciones recogidas por el Wall Street Journal, a una discrepancia sobre la manera de gestionar el contenido. Esto se vincula a la visión de futuro que el exdirector general tenía sobre la plataforma, que se distanciaba de la opinión del resto de la junta.
"En los últimos meses, me he encontrado con una resistencia constante a la visión de mi producto, mi firme creencia en la libertad de expresión y mi visión de cómo se debe administrar el sitio de Parler", ha explicado Matze en un comunicado.
Pese a tener un plan tan perfilado, inversores de Parler como el presentador Dan Bongino le hizo responsable de "decisiones realmente malas", lo que inevitablemente abocó a la red social a la suspensión por parte de compañías como Google.
A raíz de las elecciones de Estados Unidos, Parler se había convertido en una aplicación para ciertos perfiles conservadores que criticaban las políticas de moderación de otras plataformas como Twitter. Según recoge el medio estadounidense, este perfil de usuario se mostraba "descontento por los esfuerzos de las plataformas principales para etiquetar ciertos discursos y prohibir a los usuarios que consideraban que habían violado sus pautas sobre el discurso de odio y desinformación".