La justicia europea ratifica la multa de 2.400 millones a Google por abusos monopolísticos
El Tribunal General desestima el recurso presentado por el gigante estadounidense y da la razón a la vicepresidenta Margrethe Vestager.
10 noviembre, 2021 11:22Noticias relacionadas
Victoria de la Comisión Europea en su cruzada para poner coto al poder de los gigantes digitales. El Tribunal General de la Unión Europea (TJUE) ha ratificado este miércoles la primera multa récord de 2.450 millones que Bruselas impuso a Google en junio de 2017 por sus abusos monopolísticos.
La justicia europea ha desestimado el recurso presentado por Google y ha dado la razón al Ejecutivo comunitario en sus argumentos centrales. Bruselas sancionó al gigante estadounidense por abusar de su monopolio de facto en el mercado de motores de búsqueda (con una cuota de mercado del 90%) para conferir una ventaja ilegal a su servicio de comparación de precios (Google Shopping) respecto a sus rivales.
"Al favorecer en sus páginas de resultados generales a su propio comparador de productos a través de una presentación y un posicionamiento privilegiados, al tiempo que relegaba en esas páginas los resultados de los comparadores rivales, mediante algoritmos de clasificación, Google se apartó de la competencia por sus propios méritos", reza el fallo.
El TJUE subraya "el carácter particularmente grave de la infracción" y apunta que "el comportamiento cuestionado se ha adoptado de forma deliberada y no por negligencia". Por todo ello, rechaza cualquier rebaja en la sanción de 2.450 millones de euros como solicitaba el gigante estadounidense.
La justicia europea confirma así la primera de las tres multas que la vicepresidenta de la Comisión y responsable de Competencia, la liberal danesa Margrethe Vestager, ha impuesto a Google. Además, el fallo sienta un precedente positivo para las otras dos sanciones que acumula el gigante estadounidense y que también han sido recurridas ante el TJUE.
Precedente positivo
De hecho, Google acumula ya una cifra récord de 8.250 millones de euros en sanciones de la Unión Europea por sus abusos monopolísticos en el mercado comunitario. Además del caso Google Shopping, ha sido multado con 4.340 millones por abusos monopolísticos con su sistema operativo Android; y con otros 1.460 millones por la actuación de Google en el mercado publicitario con su plataforma AdSense.
"La Comisión seguirá utilizando todas las herramientas a su disposición para abordar el papel de las grandes plataformas digitales de las que las empresas y los usuarios dependen para acceder, respectivamente, a los usuarios finales y a los servicios digitales", ha dicho la portavoz de Vestager en respuesta a la sentencia. Bruselas confía además en la rápida aprovación de la Ley de Mercados Digitales para reforzar sus poderes.
Por su parte, Google ha restado importancia a la sentencia del TJUE con el argumento que se refiere a cuestiones del pasado. "Este dictamen es sobre hechos muy específicos y, aunque lo vamos a mirar con mucho detalle, ya realizamos cambios en 2017 para cumplir con la decisión de la Comisión Europea. Estos cambios han funcionado de manera exitosa, generando mil millones de clics para más de 700 servicios de comparación de precios", ha dicho un portavoz de la compañía.
La tramitación del caso Google Shopping ha sido desesperantemente lenta. Bruselas lanzó este expediente en noviembre de 2010, es decir, hace 11 años, tras meses de pesquisas preliminares. El anterior comisario de Competencia, Joaquín Almunia, intentó hasta en tres ocasiones alcanzar una solución negociada con el gigante informático, sin multas. Pero sus esfuerzos fracasaron. Su sucesora, Vestager, cambió de estrategia y envió un pliego de cargos a la compañía.
La Comisión sostiene que Google emprendió en 2008 una estrategia ilegal para promocionar su servicio de comparación de precios, que no se basaba en los méritos del producto sino en la posición dominante que la compañía tiene el mercado de los buscadores. El plan consistía en colocar sistemáticamente en un lugar destacado Google Shopping en los resultados de búsquedas que ofrece. Al mismo tiempo, Google situaba en peor posición los servicios rivales de comparación de precios.
La consecuencia de todo ello es que el servicio de comparación de precios de Google se les aparece a los consumidores de forma mucho más visible en los resultados de las búsquedas, mientras que la visibilidad de los rivales es mucho menor.
Pese al tiempo transcurrido, la disputa por este caso todavía no se ha cerrado. El gigante estadounidense todavía puede interponer un recurso en segunda instancia ante el Tribunal de Justicia de la UE, limitado a cuestiones de derecho, en un plazo de dos meses y 10 días a partir de este miércoles.