Europa ha puesto en marcha en los últimos años distintas iniciativas destinadas a recuperar el tiempo perdido e impulsar su soberanía digital. Desde IBM quieran ayudar al Viejo Continente a lograr este objetivo, pero no ocultan su decepción ante el hecho de que se esté excluyendo a las empresas que no tienen origen europeo de algunos de los proyectos más relevantes que se están llevando a cabo para este fin.
En una entrevista concedida a EL ESPAÑOL-Invertia, Liam Benham, vicepresidente de Asuntos Gubernamentales y Regulatorios de IBM en Europa, asegura que en la multinacional tecnológica estadounidenses entienden "perfectamente" que Europa quiera incrementar sus capacidades digitales y tecnológicas propias.
Un esfuerzo destinado a impulsar la soberanía de la región en el que IBM, una compañía que lleva ya más de 100 años presente en Europa, está dispuesta a participar. Y es que, como remarca Benham, la multinacional está trabajando en estos momentos con muchas de las grandes compañías europeas en sus procesos de digitalización.
Sin embargo, dentro esta apuesta, Benham alerta de la tendencia que se está registrando en estos momentos en Europa de excluir a empresas internacionales de algunos de los proyectos destinados a reforzar la soberanía digital de la región solo por el lugar en el que tienen su sede. Algo que, señala, ya está ocurriendo en Bruselas o en Francia y de lo que hay señales que puede replicarse en otros partes de Europa como España.
Un ejemplo de esta tendencia a la que se refiere Benham es Gaia-X, la iniciativa europea del sector privado para la creación de una infraestructura de datos en la región. Los impulsores de esta nube europea impusieron que para poder formar parte del consejo o de los grupos del proyecto las empresas tenían que tener su sede central en Europa.
Autonomía estratégica abierta
"Advertimos de ello porque si se toman decisiones sobre los socios de un proyecto en función de dónde se encuentra su sede corporativa, no creemos que esto se vaya a traducir necesariamente en los mejores resultados o en las mejores soluciones tecnológicas", advierte.
En opinión del directivo de IBM, el enfoque que debe primar en la actuación de Europa en su camino hacia una mayor soberanía digital es el de "autonomía estratégica abierta". Un término que fue acuñado precisamente por Margrethe Vestager, vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea (CE) y responsable de la política de Competencia.
"Creo que esa frase resume también nuestra opinión de que podemos impulsar una mayor autonomía estratégica. Podemos asegurarnos de que la tecnología permanezca arraigada en Europa, pero siendo abiertos y trabajando con socios de ideas afines, con ciertas salvaguardas en vigor", remarca Benham.
Por ello, se muestran contrarios a este enfoque excluyente que va a provocar que no se aproveche toda la experiencia que existe en el sector digital que opera en estos momentos en Europa. "¿No sería mucho mejor centrarse en los valores de las empresas y lo que podrían aportar a la discusión en lugar de simplemente dónde se encuentra su sede?", se pregunta.
Una regulación coherente
Por otro lado, Benham también abordó en la entrevista con EL ESPAÑOL- Invertia las diferentes regulaciones para el ámbito digital que están en marcha en estos momentos en Europa coincidiendo con el ecuador de la actual Comisión.
Hasta la fecha, se han dado a conocer, entre otras, la Ley de Inteligencia Artificial, la Ley de Mercados Digitales (DMA, por sus siglas en inglés), la Ley de Servicios Digitales (DSA), la Ley de Ciberresiliencia, el Reglamento de Resiliencia Operativa Digital (DORA) para el sector financiero o la estrategia en torno a los datos.
Benham señala que gran parte de esta regulación es "necesaria" en el entorno actual, pero incide en la importancia que todas las iniciativas que se implementen sean "coherentes" y no se solapen o contradigan entre ellas. Además, tienen que ser fáciles de implementar por parte de las empresas, por lo que deben establecer unos "principios claros", pero no ser demasiado prescriptivas e intentar ir al detalle.
En esta línea, también reclama que sea una regulación "a prueba de futuro", ya que la tecnología y la digitalización avanzan a un ritmo muy rápido hoy en día. "Es necesario que tenga cierta flexibilidad en la forma en la que quiere lograr los objetivos o los principios que intenta cumplir", incide.
Inteligencia artificial
En IBM apoyan los esfuerzos llevados a cabo hasta la fecha en materia de regulación digital. Benham destaca especialmente la Ley de Inteligencia Artificial, probablemente la primera del mundo en este ámbito, y en cuyo diseño ha estado implicada la multinacional tecnológica desde su origen como miembro del grupo de expertos de alto nivel que ha asesorado en su redacción.
En este sentido, celebra que se haya optado por un enfoque basado en el riesgo que tiene el empleo de la tecnología y no por convertir la ley en "una escopeta intentando regular cada parte de la IA". Además, también muestran su satisfacción porque se haya decidido por regular el uso y no la tecnología en sí misma.
No obstante, añade que también existe un margen de mejora en la legislación digital y vuelve a usar como ejemplo la Ley de IA. Así, señala que el borrador califica de "alto riesgo" todos los usos de la IA en recursos humanos, cuando muchos de los que se emplean hoy en día no presentan riesgo alguno.
Asimismo, advierte de los riesgos que acarrearía para Europa el no abordar adecuadamente la regulación digital. Por un lado, alerta de que si es la única parte del mundo en aplicar una regulación demasiado estricta, va a limitar la innovación en la región y las inversiones y los profesionales se dirigirán a otros países.
Además, incide en que si la UE no colabora con otras partes del mundo con ideas afines, podría distanciarse de esa economía digital global. "Por lo tanto, hay algunas señales que advierten de que tal vez no deberías regular en exceso demasiado pronto y de manera demasiado prescriptiva en el sector digital", recalca.
En este sentido, aboga por encontrar el equilibrio entre ser el primero en tomar medidas y regular en exceso el sector tecnológico, ya que esto podría tener efectos negativos y dejar a Europa "como una isla mientras el resto del mundo avanza".
Acercamiento EEUU-UE
El vicepresidente de Asuntos Gubernamentales y Regulatorios de IBM en Europa también destaca que cada vez existe un mayor acercamiento entre el enfoque que dan desde el Viejo Continente y Estados Unidos a la regulación digital, ya que se empiezan a ver legislaciones enfocadas en el nivel de riesgo.
En este sentido, remarca que en IBM son "grandes partidarios" del Consejo de Comercio y Tecnología (TTC, por sus siglas en inglés) entre EEUU y la Unión Europea, ya que se trata de "algo natural" dados los valores y la historia que comparten ambas regiones.
En este sentido, añade que a veces pueden existir diferencias de enfoque en cómo se regula o cómo se establecen ciertos estándares técnicos, pero esto no debe hacer perder de vista "el panorama general de que la UE y los EEUU tienen mucho más en común de lo que los divide".
Noticias relacionadas
- DMA: la ley con la que la UE quiere frenar los monopolios y que las 'big tech' ven como un freno a la innovación
- La brújula digital de Europa necesita de un embajador de diplomacia tecnológica para elevar la influencia de la UE
- DSA: la ley de la UE que cuida los derechos online, pero que algunos expertos creen que promoverá la censura