El cargador universal obligatorio para todos los dispositivos móviles ya tiene fecha: otoño de 2024. Los negociadores de la Eurocámara y los Gobiernos de los 27 han alcanzado este martes un acuerdo definitivo sobre la norma que impone a los fabricantes una solución única armonizada. El objetivo es acabar con la multiplicidad de dispositivos de carga incompatibles que conviven ahora en el mercado y reducir los residuos electrónicos.
La directiva afectará especialmente a Apple, que usa su propia tecnología de carga Lightning en los iPhones y hasta ahora se ha opuesto radicalmente a la solución común que propugnaba Bruselas.
En concreto, la nueva norma obliga a los fabricantes a incluir un puerto de carga armonizado en todos los dispositivos móviles, que tiene que ser el USB-C. Además, fija una tecnología de recarga rápida armonizada para todos los aparatos (USB PD). El objetivo es garantizar que la velocidad sea la misma independientemente del cargador que se utilice.
Finalmente, las compañías deberán ofrecer a la venta por separado los cargadores y los móviles. Aunque también podrán seguir vendiéndolos conjuntamente, deberán presentar a los clientes las dos opciones. Es decir, los consumidores siempre podrán comprar un nuevo aparato sin un nuevo cargador, lo que limitará el número de cargadores indeseados o no utilizados.
Durante las negociaciones, la Eurocámara ha ampliado la lista de aparatos que se beneficiarán del cargador universal. La propuesta original de la Comisión incluía teléfonos inteligentes, tabletas, cámaras, cascos, altavoces portátiles y videoconsolas portátiles. Los parlamentarios han añadido lectores electrónicos, auriculares tipo AirPod, teclados, ratones y dispositivos de navegación portátiles.
También deberán tener un puerto USB-C los ordenadores portátiles, pero para estos dispositivos la directiva prevé un periodo de transición adicional de 18 meses, es decir, hasta finales de 2025.
La otra gran novedad que ha aportado la Eurocámara al texto es una disposición que permitirá armonizar también en el futuro el estándar de carga inalámbrica. Bruselas no la había incluido en su propuesta original alegando que se trata de una tecnología en desarrollo donde todavía no hay una gran fragmentación, por lo que sería prematuro regularla. El Parlamento Europeo replica que el objetivo es precisamente evitar que se produzca esta fragmentación.
Tras el acuerdo de este martes, la directiva todavía debe ser ratificada formalmente tanto por el pleno de la Eurocámara como por los 27, algo que se prevé que ocurra tras la pausa estival. Entrará en vigor 20 días después de su publicación en el Diario Oficial de la UE, y sus disposiciones empezarán a aplicarse tras 24 meses, es decir, en otoño de 2024. Las nuevas reglas no afectarán a los productos comercializados antes de la fecha de aplicación.
Reducir la producción y la eliminación de nuevos cargadores disminuirá en 1.000 toneladas al año la cantidad de basura tecnológica. El Ejecutivo comunitario no descarta que la directiva provoque subidas puntuales de precios, pero sostiene que en conjunto los consumidores se ahorrarán hasta 250 millones al año en compras innecesarias de cargadores.
En 2020, se vendieron en la UE aproximadamente 420 millones de móviles y otros dispositivos electrónicos similares. De media, los europeos poseen alrededor de tres cargadores, de los cuales usan dos regularmente. Pese a ello, el 38% de los encuestados aseguran haber experimentado problemas para cargar su móvil porque los cargadores disponibles eran incompatibles.