Llegar a final de mes es una tarea cada vez más complicada para los hogares españoles. Con el litro de gasolina por encima de los dos euros, la cesta de la compra disparada, el precio de la luz desbocado y unas hipotecas en ascenso, las cuentas de las familias se están enfrentando a una presión sin precedentes. Hasta las vacaciones serán más caras este verano.
No obstante, no todos los gastos a los que tienen que hacer frente las familias están siendo víctimas de esta disparada inflación. Y es que las tarifas de telecomunicaciones parecen haber escapado a estos incrementos y los consumidores no han notado apenas variación en los precios que pagan por el teléfono o Internet. Es más, en algunos casos inclusos han podido contratar tarifas más baratas.
Así lo reflejan, por ejemplo, los datos del Índice de Precios al Consumo (IPC) del mes de mayo. Según recoge el Instituto Nacional de Estadística (INE), los precios de las comunicaciones descendieron un 0,2% en comparación con el mismo mes del año anterior, lo que convierten a esta partida en la única en registrar una evolución negativa de todo el índice.
Una evolución que contrasta que el fuerte repunte del 8,7% que registró el IPC general en mayo y que el indicador adelantado de junio ya sitúa en el 10,2%. Incluso la inflación subyacente, que no incluye los precios de alimentos no elaborados ni productos energéticos, está disparada tras alcanzar el 5,5%, su nivel más elevado desde agosto de 1993.
Pero no sólo los datos del INE muestran la evolución que están registrando las tarifas de los operadores de telecomunicaciones en los últimos tiempos. Lejos han quedado los tiempos en los que las compañías anunciaban uno o dos incrementos al año de sus tarifas a cambio de más servicios o velocidad, lo que se conocía como el 'más por más'.
En las últimas semanas, algunas de las grandes operadoras del país, como Movistar y Vodafone han dado un vuelco a su oferta comercial y han apostado por lanzar al mercado una nueva cartera de tarifas más simples y personalizables. A partir de ahora serán los clientes los que decidan qué servicios añadidos quieren contratar. y no tendrán que pagar por algo que realmente no desean.
Esta revisión ha llevado a que los precios de entrada en la cartera de algunos operadores sean inferiores a las que había anteriormente. O que ver el fútbol sea más barato que la temporada anterior, ya que no hará fatal contratar tarifas premium con más servicios para disfrutar de este contenidos gracias a la apuesta por los paquetes personalizables.
Ajenos a la inflación
¿Cuáles son los motivos que están llevando a las operadoras a optar por no subir los precios a sus clientes? Detrás de esta política comercial hay varias razones: desde un menor impacto de la guerra en Ucrania en comparación con el que sufren otros sectores a un cambio en el modelo de negocio del sector y unas tarifas que ya registraron importantes subidas en el pasado.
Eduardo Delgado, fundador y consejero delegado de Roams, detalla en declaraciones a EL ESPAÑOL-Invertia que el sector de las telecomunicaciones es prácticamente ajeno a las principales consecuencias económicas de la guerra en Ucrania tras la invasión de las tropas rusas.
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El único impacto que pueden sufrir las operadoras viene del lado de la factura de luz, dado el elevado consumo energético de antenas y centros de datos. No obstante, en la mayor parte de los casos, las compañías cuentan con acuerdos a largo plazo con sus proveedores que les permiten gozar de cierta estabilidad en sus costes energéticos.
Otro aspecto importante es que las infraestructuras sobre las que prestan sus servicios ya están prácticamente "amortizadas", dado la elevada penetración de las redes de fibra y el 4G en el país. De hecho, Delgado apunta que las últimas subidas de precios de las operadoras coincidieron con el anuncio de las subastas del espectro para el 5G.
Subidas de precios
Y es que precisamente otro motivo que permite a las operadoras esquivar las subidas en el actual contexto de alta inflación son los incrementos que aplicaron entre 2018 y 2021 a cambio de nuevos servicios. No obstante, admite que ya en el primer cuatrimestre de 2022, los precios de los servicios de telecomunicaciones han descendido un 1,4%.
En este sentido, resalta que ese encarecimiento de la factura pasó prácticamente "inadvertido" y se dio "por normal" al conllevar un aumento de los servicios ofrecidos. "Lo que están haciendo ahora es mirar un poco más a largo plazo, sabiendo que a ellos la situación actual no les afecta y que los precios se han hinchado en los últimos cuatro años", incide Velasco.
El consejero delegado de Roams señala que estamos ante un cambio de modelo de negocio del sector de las telecomunicaciones. Las compañías están apostando actualmente por ser competitivas desde una perspectiva de incorporar a sus paquetes servicios de valor añadido, como alarmas, seguros de salud, servicios financieros o energía.
"Todas las marcas están intentando primero conseguir clientes y luego carterizarles desde muchas perspectivas para que se dificulte su cambio. Si una persona tiene un seguro de salud, televisión, alarma, Internet y energía le va a costar más irse. En la paquetización y en la carterización a largo plazo quieren llegar a ser competitivos", explica.
Aquí se enmarca también su decisión de ser más flexibles en la configuración de las tarifas, especialmente en el contexto actual, permitiendo activar y desactivar servicios en función de sus necesidades. Y también sus esfuerzos por reducir el 'churn' (tasa de baja de clientes) y aumentar la permanencia con medidas como la financiación de dispositivos móviles.
Todo esto con un sector pendiente de lo que ocurrirá en el mercado tras la fusión de Orange y MásMóvil y con la política comercial que siga la empresa fusionada. De hecho, los datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) constatan un enfriamiento de la guerra comercial, con las portabilidades en sus niveles más bajos en cinco años.
Tarifas estables
Para los próximos meses, Delgado prevé que las operadoras mantengan su actual postura de precios estables mientras todas estas condiciones que les permiten seguir así no cambien. "Si realmente perdieran dinero no estarían haciendo esto", apostilla.
De hecho, en comparecencias recientes tanto Diego Martínez, director de B2C de Orange España, como Hisham Hendi, director de la Unidad de Consumo de Vodafone España, han descartado, por el momento, llevar a cabo subidas de precios vinculadas a la evolución de los precios.
No obstante, también han admitido que si estos disparados niveles de inflación se prolongan en el tiempo, un incremento de la tarifa "no es descartable" ni en el mercado de las telecomunicaciones y en ningún otro sector de la economía.