España cerró 2021 como el tercer país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) con la mayor tasa de penetración de fibra óptica entre su población, solo por detrás de Corea del Sur y Japón. Un resultado que consolida la posición del país como un referente a nivel internacional en el desarrollo de esta tecnología.
En un momento en el que todas las grandes economías están apostando por desplegar redes de fibra para llevar Internet a los hogares en detrimento de otras tecnologías menos eficaces, como el cable o el DLS, España no solo mantiene su posición de liderazgo dentro de la OCDE, sino que logra mejorar sus datos respecto a años anteriores.
En concreto, en el año 2021 el 78,95% de las suscripciones de banda ancha fija que existían en España eran de fibra óptica, lo que supone un incremento de 5,75 puntos porcentuales respecto al 73,2% en 2020. De hecho, en tan solo dos años este porcentaje se ha incrementado en 12,2 puntos porcentuales.
Este fuerte incremento ha permitido a España ascender dos puestos en el ranking elaborado por la OCDE, desde de la quinta a la tercera posición. El país ha superado a Suecia, que se mantiene en la cuarta posición con un 78,94% (75% en 2020), y Lituania, que desciende de la tercera a la quinta con un 77,88% (76,6% en 2020).
El nivel de penetración de la fibra en la OCDE es muy desigual y existe enorme disparidad de los datos en cada país. Corea del Sur y Japón lideran este ranking, con porcentajes del 86,61% y el 83,34%, respectivamente. Al otro lado de la tabla, se situaron países como Grecia (0,38%), Bélgica (2,9%) o Austria (5,69%).
De las grandes economías europeas, solo Francia está por encima de la media de la OCDE, con un 45,9%, gracias al fuerte crecimiento registrado en los últimos dos años. Por el contrario, Italia (14,25), Alemania (7,11%) y Reino Unido (7,09%) registrando datos muy inferiores.
La tasa de penetración de esta tecnología respecto a la totalidad de usuarios de banda ancha fija supera el 50% en 13 de los 38 países de la OCDE. En concreto, se sitúa por encima de ese 50% en Chile, Finlandia, Luxemburgo, Nueva Zelanda, Noruega y Portugal y por encima del 70% en Islandia, Japón, Corea, Letonia, Lituania, España y Suecia.
Más fibra que cable
La capacidad de la fibra óptica de garantizar unas conexiones fijas más rápidas y de mejor calidad que otras tecnologías ha acelerado su despliegue y adopción en los últimos años en todo el mundo. Un crecimiento que ha provocado que por primera vez en 2021 la tasa de penetración de la fibra en los hogares haya superado a la del cable.
En concreto, a finales del pasado año el 34,9% de las suscripciones de banda ancha fija que había en el conjunto de la OCDE eran de fibra óptica, frente al 32,4% que representaban las de cable y el 27% que de las de DSL.
La última actualización del portal de banda ancha de la OCDE muestra que las suscripciones de fibra aumentaron un 18,6% a lo largo de 2021, mientras que la de cable registraron el primer descenso de su historia al caer un 0,5% y las del DSL se redujeron un 7,2%.
De total de miembros de la organización, hubo cuatro países en los que el crecimiento de las conexiones de fibra óptica superó el 80%: Costa Rica (109,1%), Israel (101%), Grecia (92,7%) y Bélgica (80,4%). El avanzado nivel de despliegue y adopción que existe desde hace tiempo en España hace que el crecimiento en el país sea menor (11,6%).
Telefonía móvil
Por otro lado, el portal de la OCDE también ha actualizado sus datos del mercado de la banda ancha móvil, que constatan que, a pesar de el altísimo grado de penetración de las suscripciones que existe en este ámbito, el pasado año se produjo un "crecimiento significativo del 5,5%".
La penetración de las conexiones de Internet en los teléfonos móviles es especialmente alta en Japón, Estonia, Estados Unidos y Finlandia, con un volumen de suscripciones por cada 100 habitantes del 191%, 180%, 169% y 157%, respectivamente. En el caso de España, este porcentaje es del 108%, por debajo de la media de la OCDE (123%).
Por su parte, el uso de datos móviles por abonado aumentó un 15% en 2021, un incremento inferior al que se registró en 2020. No obstante, teniendo en cuento la evolución registrada en los tres últimos años, el incremento asciende a un 79%.
La cantidad de datos consumidos de medio por un usuario es de 8,4 GB al mes en el conjunto de la OCDE, pero varía mucho según el país. Por ejemplo, Finlandia registra el dato más alto, con 36,7 GB, seguida de Letonia (29,7 GB) y Austria (26,4 GB), mientras que los promedios mensuales en México y Eslovaquia están justo por debajo de los 4 GB. En España, el consumo medio al mes es de 7,68 GB.