GoPuff pondrá fin en los próximos días a su breve incursión en el mercado español. La empresa estadounidense de reparto ultrarrápido ha alcanzado un acuerdo con sus cerca de 190 trabajadores en el país sobre las condiciones del proceso de despido colectivo que afectará a toda la plantilla de la plataforma, que cierra sus actividades en España apenas seis meses después de haberlas iniciado.
La empresa y los representantes de los trabajadores firmaron este martes el acuerdo alcanzado la pasada semana para el cese de la actividad de GoPuff en España después de que los empleados dieran su visto bueno "por mayoría absoluta" al mismo en una asamblea celebrada el pasado lunes.
El acuerdo no ha logrado impedir el cierre de la plataforma de reparto ultrarrápido en España, algo por lo que han luchado los trabajadores desde que a principio de agosto la compañía iniciara el período de consultas para el despido colectivo de 186 personas y el cierre de los cinco supermercados 'fantasmas' que tiene en Madrid.
No obstante, tras casi un mes de negociaciones, los representantes de la plantilla destacan que se ha conseguido una indemnización lineal igual para todo el mundo, contemplada por meses completos, en la que no se tiene en cuenta la antigüedad.
En concreto, la mayoría de la plantilla, que engloba a 129 riders y asistentes, percibirá más de cuatro meses de salario completo. El resto de empleados (encargados, gerentes y personal de oficina) recibirán una indemnización de tres meses y medio de salario.
"La lucha independiente no ha podido impedir los despidos, pero ha conseguido que los trabajadores -totalmente precarios- no nos quedemos en la calle con tan solo 20 días/año trabajado", remarcan los representantes de los trabajadores en su cuenta de Twitter.
En este sentido, recuerdan además que la mayoría de los empleados de GoPuff en España (anteriormente Dija) llevan menos de un año en la empresa "con sueldos de 896 euros".
Seis meses en España
La aventura de GoPuff en España ha durado poco más de seis meses. La compañía estadounidense comenzó a operar en España el pasado de mes de febrero tras completar la compra de Dija a finales de 2021.
Con esta operación la firma norteamericana buscaba entrar en el mercado europeo. Sin embargo, en esta estrategia España, al igual que Francia, nunca ha estado entre sus prioridades. El foco de la compañía en su expansión en el Viejo Continente ha estado en todo momento centrado en Reino Unido.
La decisión de GoPuff de dejar España fue toda una sorpresa para sus trabajadores, ya que se produjo tan sólo un mes después de que la empresa presentara un plan estratégico para el país. Dicho plan preveía que una rentabilidad positiva en 2026 con una inversión de 15 millones de euros para la unidad española.
En las negociaciones del despido colectivo los trabajadores lucharon por el mantenimiento de este plan estratégico, pero adaptado a la nueva coyuntura económica, con el fin de poder mantener abiertos los supermercados de Madrid y conservar la mayor cantidad del empleo posible.
Los empleados sostenían que, según las métricas internas de la compañía, España ocupa una posición de liderazgo dentro del grupo en cuanto a calidad del servicio y achacaban el cierre de la empresa en el país a las decisiones erróneas de gestión y de inversión que ha tomado la dirección de la empresa en España en estos meses.
Además, los trabajadores denunciaban las condiciones de trabajo precarias que les han sido impuestas desde el comienzo, como periodos de prueba de seis meses, medidas de seguridad insuficientes, rebajas injustificadas de salario, ritmos frenéticos y obligación de trabajar a temperaturas extremas.
Un sector en crisis
La inminente marcha de GoPuff de España es una muestra de la crisis que atraviesa el negocio de los supermercados 'fantasmas' en España, ya que otras empresas como Gorillas han anunciado en los últimos meses medidas destinadas a recortar su presencia en el país y reformular su apuesta por el mercado español.
El elevado nivel de competencia que en poco tiempo alcanzó el negocio del reparto ultrarrápido en España y la incertidumbre económica global generada por la elevada inflación o los altos costes de la energía han terminado por pasar factura a un negocio que todavía está buscando la forma de rentabilizar su actividad.
La perspectiva para el mercado de consumo español es muy diferente a la que existía en 2021, año en el que hasta cuatro compañías se lanzaron a la conquista de este nicho incipiente: Dija (ahora GoPuff), Getir, Gorillas y Rocket. Este 2022, con la guerra de Ucrania como telón de fondo, el escenario es mucho más adverso tanto para las compañías de delivery como para cualquier sector económico.
Fuentes consultados por EL ESPAÑOL-Invertia remarcaron hace unas semanas en que en estos momentos no hay sitio para cuatro plataformas de reparto ultrarrápido o quick commerce en España y solo existe volumen de negocio para que una o dos empresas puedan ejercer esta actividad de forma rentable.