El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha ordenado bloquear Telegram tras una denuncia de Mediaset, Atresmedia y Movistar Plus. Aunque se trata de una medida cautelar que Telegram puede recurrir, es la decisión más contundente que se ha tomado en España contra una aplicación sobre la que ya se había posado la sospecha de albergar contenido pirata.
La decisión del magistrado, adelantada por EL ESPAÑOL-Invertia, fue adoptada en el contexto de la citada denuncia, en la que estas compañías audiovisuales acusan a la aplicación de alojar sin permiso contenido protegido por derechos de autor. Con todo, a primera hora de la tarde de este sábado, Telegram sigue funcionando con normalidad.
Fuentes del sector de las telco consultadas por este diario aseguran que todavía no han recibido ninguna notificación de la Audiencia Nacional. Sería a partir de esa comunicación oficial cuando comenzaría a contar el plazo de tres horas para que las operadoras de telecomunicaciones bloqueen el acceso a Telegram.
En cualquier caso, este no es sino otro capítulo de una historia en la que la aplicación de mensajería viene siendo señalada por servir de vía para la difusión de contenidos de manera ilícita. En 2020, el Centro Español de Derechos Reprográficos (Cedro) bloqueó 122 canales de Telegram en los que se compartían miles de copias piratas de libros, periódicos y revistas durante el confinamiento. Los canales contaban con cerca de 400.000 usuarios.
Telegram fue lanzada en 2013 por los hermanos rusos Nikolái y Pável Dúrov como una alternativa a WhatsApp. La seguridad y la protección a la privacidad que dice ofrecer pronto la hicieron muy popular. Actualmente, alcanza los 900 millones de usuarios en el mundo. Según un informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), un 18,7 % de los españoles que utiliza internet al menos una vez a la semana usa Telegram.
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Telegram ofrece sincronización a la nube, de manera que sus usuarios pueden acceder a los mensajes desde diferentes dispositivos a la vez. Además, pueden compartir un número ilimitado de fotos, videos y archivos de hasta 2 GB cada uno. La plataforma ofrece también la creación de bots, chats secretos que protegen la privacidad de los usuarios y la posibilidad de crear grupos de hasta 200.000 personas.
Todo ello explica que la plataforma se haya convertido en un instrumento muy atractivo para delincuentes y extremistas. De hecho, Telegram ha sido retirada de las tiendas de apps o bloqueada judicialmente en varias ocasiones por permitir el intercambio de contenidos ilegales y, en el caso de los regímenes autoritarios, por alentar protestas de opositores.
Un estudio de la Universidad de Granada ha alertado recientemente de la potencial proliferación de canales falsos en Telegram y de la poca cantidad de canales correctamente verificados en España, alrededor de un tercio de los existentes.
Restricciones
España no es el primer país ni del mundo de la Unión Europea (UE) que impone restricciones a esta plataforma de mensajería instantánea. En mayo de 2021, las autoridades de Países Bajos bloquearon dos canales en los que se distribuían teorías de la conspiración sobre la comisión de actos pedófilos y rituales satánicos con sacrificio de niños.
En Alemania, la extrema derecha y los "antivacunas" encontraron en plena pandemia su sitio para difundir bulos, odio y amenazas, hasta el punto de que las autoridades se plantearon el bloqueo de Telegram. En ese país, en octubre de 2022, las autoridades impusieron una multa de 5.125 millones de euros a la compañía, acusándole de violar las leyes sobre información del país.
Fuera de Europa, Indonesia fue uno de los primeros países en actuar contra esta aplicación de mensajería. Así, en julio de 2017 bloqueó el acceso a once de sus servidores para evitar la proliferación de contenidos radicales y terroristas.
En abril de 2018, un tribunal de Moscú ordenó el bloqueo de Telegram en toda Rusia al considerar que no cumplía con sus obligaciones legales en la difusión de información. El cierre provocó protestas con miles de asistentes. Las autoridades levantaron el bloqueo en junio de 2020.
También en 2018, fue Irán quien bloqueó Telegram por dañar la seguridad nacional por su papel en la convocatoria de protestas. El mismo motivo, impedir la convocatoria de protestas, estuvo detrás de la decisión del Gobierno de Tailandia de bloquear la aplicación en octubre de 2020.
En marzo de 2022, la Corte Suprema brasileña ordenó el bloqueo de Telegram por la negativa de sus responsables "a colaborar con la Justicia" en relación con la difusión en masa de noticias falsas. Dos días después, la justicia anuló la suspensión después de que la plataforma retirara informaciones falsas publicadas por el presidente Jair Bolsonaro, entre otras "determinaciones judiciales".
En agosto de 2023, el Gobierno de Somalia prohibió TikTok y Telegram para evitar su uso terrorista.