Telefónica ha apagado este viernes 19 de abril, coincidiendo con la celebración de su centenario, su red minorista de cobre en España. El ADSL, la tecnología que popularizó el uso de Internet en España antes de que llegaran la fibra o la banda ancha móvil, comienza así su desaparición definitiva en nuestro país y pone fin a casi 30 años de historia en los que llegó a tener cerca de 10 millones de usuarios.
Al apagado de la red minorista de Telefónica que ha tenido lugar este viernes le seguirá el fin de su oferta mayorista de ADSL (el uso de su red por parte de otros operadores), dentro de unos seis meses. Además, Vodafone ha anunciado el cierre de su red de cobre antes del verano y la web de Orange (que forma parte ahora de Masorange) informa de que prevé hacerlo en 2025.
El primer servicio masivo de ADSL en España tuvo lugar en 1995 de mano de Telefónica a través de Infovía. Desde unos años antes ya había en nuestro país pequeños proveedores que ofrecían conexión a Internet, pero fue el lanzamiento comercial de la operadora incumbente el que supuso un antes y un después para esta tecnología.
Ahora se pone fin a una era en la que el ADSL ha experimentado numerosos avances tanto en velocidad como en precio. Sin embargo, la mejora que fue experimentando este servicio no ha sido suficiente para poder competir con la fibra óptica, que aporta numerosos beneficios frente al cobre tanto para el cliente como para el propio operador.
Inicialmente, el precio que se pagaba por conectarse Internet era el de una llamada local, provincial o internacional. No fue hasta el año 1999 cuando apareció la primera tarifa plana de la mano de Telefónica y el ADSL recibió así el impulso definitivo para su llegada masiva a los hogares.
Usuarios
Según los datos publicados esta semana por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), a finales de febrero de 2024 en España todavía había activas alrededor de 407.000 líneas de DSL, sumando los datos de todos los operadores. Esta cifra es casi la mitad que las 784.000 que estaban operativas en el mismo mes del año anterior.
Los anuncios de apagado de la red de cobre que han realizado Telefónica, Vodafone y Orange hacen prever que esta cifra descienda considerablemente en los próximos meses. Su momento de mayor popularidad tuvo lugar a finales de 2013, cuando llegó a alcanzar los 9,58 millones de usuarios en diciembre.
Por aquel entonces era la tecnología claramente dominante para acceder a Internet, con cifras muy superiores a las de la fibra óptica, que tenía poco más de 600.000 clientes, o el híbrido de fibra coaxial (HFC), que tenía algo más de dos millones.
Con el inicio de 2014, las redes de cobre comenzaron a perder clientes de forma progresiva y en julio de 2017 en España hubo por primera vez en España más clientes de fibra óptica que de ADSL. Actualmente, existen muchas más líneas de FTTH (15,6 millones en febrero de 2024) que las que tuvo nunca el cobre.
Precios
Según el análisis realizado por el comparador Roams, el ADSL ha cambiado mucho en estos 29 años tanto en precio como en velocidad. Cuando se lanzó la primera tarifa plana en España lo hizo con tres modalidades: básica, class y premium. La última de ellas, que era la más completa, ofrecía 300 Kbps por algo más de 31.000 pesetas, o lo que es lo mismo, 190 euros.
El máximo de megas que los operadores han llegado a ofrecer en sus tarifas de ADSL ha sido 30 Mb (ya existían ofertas con esas velocidades en 2015) y los precios se han mantenido estable en torno a los 30 euros al mes desde 2017 hasta hoy, aunque "con algún que otro altibajo".
Esto supone que se ha pasado de pagar unos 190 euros por 300 Kbps en los inicios del ADSL a unos 30 euros de media al mes por 30 Mbps en los últimos tiempos. Es decir, en 25 años se ha multiplicado la velocidad del ADSL por 1.000 y el coste se ha reducido hasta en 160 euros al mes.
"Es evidente que, al principio, este servicio fuese mucho más caro, ya que era de las pocas opciones que había en el mercado para disponer de Internet. Pero a medida que ha ido pasando el tiempo, la factura se ha ido reduciendo económicamente hablando, motivado, sobre todo, por el despliegue de la fibra óptica en nuestro país", señalan desde Roams.
Apagado
Pero, ¿a quién afecta especialmente este apagado de las redes de cobre? Según datos de la compañía experta en conexiones satelitales para zonas rurales y remotas Eurona hay un total de 7.440 municipios que se verán perjudicados por el desmantelamiento de las redes de ADSL.
En concreto, destaca que Castilla y León, es con más diferencia, la comunidad autónoma más afectada, ya que es allí donde se encuentran el 38% de los municipios. Le siguen Castilla-La Mancha (12%); Comunidad Valenciana (10%); Andalucía y Cataluña (9%); Madrid y La Rioja (5%); Cantabria y Galicia (3%); Canarias, Asturias y Baleares (2%) y Murcia (1%).
Para estos usuarios, Roams recuerda que hay distintas opciones que varían en función de la zona en la que residan: fibra óptica, red móvil (4G o 5G) o satélite. El FTTH sólo es posible en caso de que la zona en la que vivan, ya disponga de cobertura de fibra óptica. Actualmente, la red de Telefónica llega a más de 29 millones de unidades inmobiliarias.
Por su parte, el internet móvil ofrece una velocidad más rápida que el satélite y es más sencillo de instalar, pero se puede ver afectada en función de si la zona y la vivienda no cuentan con una cobertura móvil óptima. El satélite es, por tanto, la única alternativa que garantiza al 100% la posibilidad de disponer de Internet en cualquier lugar.
Desde Eurona recuerdan además que, gracias al Programa ÚNICO rural, los hogares afectados por el apagado del cobre pueden seguir disfrutando de conectividad de banda ancha con una velocidad de 200 Mbps en todo el territorio nacional a un precio de 35 euros al mes.