Nuevo intento del Gobierno para acabar con las estafas telefónicas. El Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública pondrá en marcha un plan de medidas para combatir las estafas de suplantación de identidad que se cometen mediante llamadas telefónicas o envíos de SMS. El objetivo de este proyecto es aumentar la protección de consumidores y empresas ante el creciente número de fraudes por estas vías.
El Ministerio, a través de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, ha iniciado el trámite de audiencia pública de una Orden Ministerial que incluye las modificaciones normativas necesarias para poner en marcha las medidas. El plan se ha elaborado tras lanzar a principios de año una consulta pública, que registró una importante participación.
Una de las medidas que el Gobierno tiene intención de poner en marcha es la de implementar el bloqueo por parte de los operadores de las llamadas que utilizan números que no hayan sido atribuidos a ningún servicio, asignados a ningún operador o adjudicados a ningún cliente. En esta línea, también podrán bloquear llamadas y SMS de numeración nacional pero con origen internacional, "unos de los focos de fraude más habitual".
Por otro lado, la orden ministerial también incluye la prohibición del uso de numeración móvil para llamadas comerciales. De esta manera, la ciudadanía podrá detectar que es un fraude si reciben una llamada desde un número de este tipo.
También, se creará una base de datos que gestionará la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) con los usuarios que utilizan alfanuméricos en sus mensajes (por ejemplo, el nombre de la compañía). Aquellos mensajes procedentes de entidades no incluidas en esta base de datos quedarán bloqueados.
Por otro lado, se permitirá con carácter general la utilización de números 800 y 900 por parte de las entidades que tengan asignada esta numeración para la realización de llamadas comerciales.
De esta manera, si un usuario tiene un número 800 o 900 guardado en su agenda como el servicio de atención de una empresa de la que es cliente, este le aparecerá como tal cuando la compañía le llame para realizar una oferta comercial, explica el Ministerio para la Transformación Digital.
Formas de actuación
Las estafas de suplantación de identidad suelen comenzar con una llamada (CLI Spoofing) o un mensaje de texto (SMS Smishing) en los que el emisor suplanta la identidad de una organización de confianza con la intención de defraudar.
Tras esta operación, el estafador intenta engañar al consumidor para que le proporcione información personal y financiera con la intención de que le facilite sus claves personales o realice alguna acción fraudulenta.
Incremento de fraudes
Este tipo de fraudes se han incrementado en los últimos años, según los informes del Banco de España, el Ministerio del Interior y el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe).
Las estafas tienen un gran peso porque disminuyen la confianza de la ciudadanía en la fiabilidad y seguridad del contenido transmitido a través de las comunicaciones electrónicas, perjudicando a aquellas empresas y organismos que hacen uso de llamadas y mensajes de texto legítimamente.
Además, causan importantes daños financieros y económicos a todos los sectores de la sociedad, incluidos los consumidores, las empresas y los organismos públicos.
Algunos países europeos, como Finlandia, ya han puesto en marcha medidas similares a las incluidas en este plan. Y han tenido una gran efectividad, porque han conseguido reducir las estafas por suplantación de identidad casi un 90%.