Google pierde su último recurso contra la multa de 2.400 millones de Bruselas por abusos monopolísticos

Google pierde su último recurso contra la multa de 2.400 millones de Bruselas por abusos monopolísticos Reuters

Observatorio digital

Google pierde su último recurso contra la multa de 2.400 millones de Bruselas por abusos monopolísticos

El TJUE confirma que el gigante estadounidense favoreció de forma ilegal a su propio servicio de comparación de precios.

10 septiembre, 2024 10:12
Bruselas

Google pierde su último recurso de casación contra la multa de 2.420 millones de euros que le impuso Bruselas en 2017 por abusar de su posición dominante para conferir una ventaja ilegal a su servicio de comparación de productos y de precios (Google Shopping), en detrimento de sus rivales.

Tras toda una serie de apelaciones que se han prolongado durante 7 años, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha ratificado de forma definitiva esta sanción. 

El fallo recuerda que el derecho de la Unión no prohíbe la existencia en sí misma de una posición dominante, sino únicamente su explotación abusiva. En este caso, el TJUE concluye que "habida cuenta de las características del mercado y de las circunstancias específicas del asunto, el comportamiento de Google era discriminatorio y no correspondía a la competencia basada en los méritos".

[Bruselas impone a Google una multa récord de 2.400 millones por abusos monopolísticos]

"Estamos decepcionados con la decisión del Tribunal. Esta sentencia se refiere a unos hechos muy concretos y ya en 2017 introdujimos cambios para cumplir la decisión de la Comisión Europea. Nuestro enfoque ha funcionado con éxito durante estos más de siete años, generando miles de millones de clics para más de 800 servicios de comparación de compras", ha dicho un portavoz de Google.

"El caso de Google Shopping es un hito en la historia de las acciones regulatorias contra las grandes empresas tecnológicas. Fue uno de los primeros casos antimonopolio importantes presentados por una agencia de competencia contra una importante empresa digital. Y creo que este caso marcó un cambio fundamental en la forma en que se regulaban las empresas digitales y también en su percepción", ha destacado la vicepresidenta de la Comisión y responsable de Competencia, Margrethe Vestager.

"Este caso fue simbólico porque demostró que incluso las empresas tecnológicas más poderosas podían ser consideradas responsables. Nadie está por encima de la ley. Inspiró a los reguladores y a los responsables de las políticas de todo el mundo a examinar más de cerca las actividades de los gigantes digitales. El caso de Google Shopping sentó un precedente y allanó el camino para otras acciones regulatorias, incluida la Ley de Mercados Digitales (DMA) de la Unión Europea", sostiene Vestager.

Google todavía tiene otras dos multas multimillonarias recurridas ante el TJUE y pendientes de una decisión final. La primera (de julio de 2018) asciende a 4.340 millones de euros y se refiere a los abusos monopolísticos con su sistema operativo Android, con el que funcionan alrededor del 80% de móviles y tabletas de la UE.

La segunda (por valor de 1.490 millones y que data de 2019) se refiere al mercado de la publicidad online. Bruselas ha concluido que el gigante de internet se aprovecha de su posición dominante en este sector -en el que tiene una cuota de mercado superior al 70% a través de la plataforma AdSense for Search- para tratar de expulsar a sus rivales del mercado.

El caso de Google Shopping es el primero que se tradujo en una multa de Bruselas por abuso de posición dominante. El Ejecutivo comunitario concluyó que Google ocupa una posición dominante en el mercado de los motores de búsqueda en internet en todo el espacio económico europeo, con una cuota de alrededor del 90%.

En segundo lugar, Bruselas dictaminó que el gigante estadounidense había abusado de esta posición dominante dando a su propio servicio de compras comparativas una ventaja ilegal. Google sólo colocaba en una posición destacada en sus resultados de búsqueda su propio servicio, mientras que los servicios rivales los situaba en un lugar más desafavorable. Un comportamiento que impedía la competencia basada en méritos en este mercado.

Google implantó esta práctica en todos los países del espacio económico europeo donde funcionaba Google Shopping, comenzando en enero de 2008 en Alemania y el Reino Unido. Posteriormente hizo extensiva esta práctica a Francia en octubre de 2010, a Italia, Países Bajos y España en mayo de 2011, a Chequia en febrero de 2013 y a Austria, Bélgica, Dinamarca, Noruega, Polonia y Suecia en noviembre de 2013.

El resultado de este comportamiento ilegal es que el servicio de compras comparativas de Google aumentó su tráfico hasta 45 veces, mientras que el tráfico de los servicios rivales se desplomó hasta un 92%, según los datos de Bruselas. Por ello la Comisión impuso una multa en aquel momento récord de 2.420 millones de euros, teniendo en cuenta la duración y la gravedad de la infracción. Además, exigió a Google que pusiera fin a su comportamiento discriminatorio.

El gigante estadounidense recurrió la sanción en primera instancia ante el Tribunal General, que rechazó sus argumentos y ratificó la decisión de Bruselas. Google y Alphabet interpusieron entonces un recurso de casación ante el TJE, en el que solicitaron la anulación de la sentencia del Tribunal General, así como la anulación de la decisión de la Comisión.

Mediante su sentencia de este martes, el TJUE desestima el recurso de casación y confirma así de forma definitiva la primera multa de la UE contra Google.