El duelo de titanes entre Google y Microsoft, primera prueba de fuego para Teresa Ribera en Competencia
Google, que ha sido multado repetidamente por Bruselas por abuso de posición dominante, denuncia al gigante tecnológico de Redmond por sus servicios de nube.
El duelo de titanes entre Google y Microsoft amenaza con convertirse en una de las primeras pruebas de fuego para Teresa Ribera como vicepresidenta primera de la Comisión y responsable de Competencia, un cargo que si no hay tropiezos comenzará a ejercer el 1 de noviembre. Los dos gigantes tecnológicos estadounidenses se han enzarzado en una guerra abierta en el mercado de rápido crecimiento de la computación en nube y parecen querer utilizar a Bruselas como árbitro.
La lucha contra los abusos monopolísticos de las grandes plataformas ha marcado los 10 años de mandato de la actual titular de Competencia, la liberal danesa Margrethe Vestager, que se llegó a convertir en la bestia negra de sucesivas administraciones en Estados Unidos y en azote implacable de las grandes compañías de Silicon Valley. Poner coto al enorme poder de los gigantes tecnológicos norteamericanos seguirá siendo una prioridad para Teresa Ribera, que ya ha anunciado que quiere seguir los pasos de Vestager en este ámbito.
"Tengo mucho que aprender de lo que ha sido su actividad en estos 10 años. Estoy en contacto con ella, nos conocemos y nos apreciamos mutuamente. Y me gustaría poder empezar esta etapa, que es nueva por definición, pero contando afortunadamente con ese gran legado que deja la comisaria Vestager", ha explicado Ribera.
La novedad ahora es el cruce de denuncias entre grandes plataformas. Google -que ya ha recibido tres multas de Bruselas por valor de 8.260 millones de euros por abusos monopolísticos y todavía tiene otra investigación abierta por el mercado publicitario- pretende ahora que Microsoft reciba la misma medicina. Por eso ha dado el paso de presentar este miércoles una denuncia en Bruselas contra la empresa de Redmond por competencia desleal en los servicios de nube. Un mercado en el que Google se está quedado atrás respecto a la propia Microsoft y a Amazon Web.
El argumento que utiliza Google en su queja contra Microsoft es el mismo al que Bruselas ha recurrido reiteradamente para sancionar al gigante de los motores de búsqueda: apalancar la posición dominante en un mercado para extenderla a otros que nada tienen que ver y expulsar así a sus rivales. En este caso, la compañía fundada por Bill Gates estaría aprovechando su monopolio en el sistema operativo Windows Server para favorecer a su propia plataforma de servicios en nube, Azure, en detrimento de Google y de Amazon.
Desde 2019, Microsoft ha incorporado nuevos términos en sus licencias que obligan a sus clientes a pagar un recargo del 400% para seguir utilizando Windows Server en plataformas de computación en nube rivales. Una penalización que no se aplica en el caso de Azure. Además, los usuarios de servicios en nube que no son de Microsoft reciben actualizaciones de seguridad tardías y limitadas, según consta en la denuncia de Google.
"Esto ha perjudicado significativamente a las compañías y Gobiernos europeos: asfixiando a la competencia, generando un coste de mil millones de euros al año y aumentando el riesgo de las organizaciones por enfrentarse a la inadecuada cultura de seguridad de Microsoft", sostiene Google.
Microsoft se ha apresurado a responder que la denuncia contra ellos es totalmente infundada: sostiene que ya ha resuelto cualquier problema pasado y ha introducido más competencia en el sector. El gigante de Redmond cerró en julio un acuerdo de 20 millones de euros con la Coalición Europea de Proveedores de Servicios de Infraestructura en la Nube (CISPE) para resolver una denuncia antimonopolio sobre sus prácticas de licencias.
Sin embargo, este pacto no incluye a Amazon Web Services, Google Cloud Platform y AliCloud. Google había pedido a CISPE que siguiera litigando. "Al no haber logrado persuadir a las empresas europeas, esperamos que Google tampoco logre persuadir a la Comisión Europea", ha dicho un portavoz de Microsoft.
Bruselas ya tiene abierta una investigación contra la empresa de Redmond por abusar de su posición dominante para imponer su herramienta de comunicación y colaboración a distancia Teams, que responde a una denuncia planteada por la compañía Slack Techologies. El Ejecutivo comunitario ha confirmado este miércoles que ha recibido la nueva queja de Google y ha dicho que la evaluará "según nuestros procedimientos estándar".
Corresponderá ya a Teresa Ribera decidir si admite o no la denuncia de Google y lanza un nuevo expediente sancionador contra Microsoft. Lo que está claro es que su mandato estará también marcado por la lucha contra los abusos monopolísticos de las plataformas y la novedad de los conflictos entre los gigantes tecnológicos.