El estado de alarma provoca numerosas situaciones poco comunes a las que no está acostumbrada la gran mayoría de la sociedad. En el caso del automóvil, el teletrabajo en el mejor de los casos o los ERTE en el peor han llevado a que muchos vehículos estén parados durante un largo periodo de tiempo. ¿Cómo les afecta y cómo minimizar los efectos negativos?
Desde que el Gobierno decretó el estado de alarma el 14 de marzo han pasado 16 días. La prórroga anunciada el pasado sábado llevará a un confinamiento aún mayor hasta las 00:00 horas del domingo 12 de abril.
Evidentemente, lo primero es la salud de las personas y acabar con el dichoso virus que golpea con dureza medio mundo. Ahora bien, si al perjuicio derivado del Covid-19 podemos evitar pasar por el taller mecánico, mucho mejor.
La batería, clave
El elemento del coche que más sufre en esta situación es la batería. El precio medio ronda los 60 euros, lo que unido a la frustración de ver que no arranca y las molestias ocasionadas, conviene intentar mantener su funcionamiento.
Juan Carlos García, secretario técnico de la Asociación de Talleres de Automoción de Madrid (Asetra), explica que “un coche parado 15 días o un mes puede tener dificultades para arrancar, en función del estado de la batería”. “Lo más fácil es intentar bajar y encender el coche, al menos una vez a la semana hasta que alcance la temperatura normal de funcionamiento, es decir, 90º”, indica.
Por su parte, Juan Manuel García Llorente, formador técnico del RACE para toda la red de proveedores, ahonda en la relevancia de este elemento del coche. “Es aconsejable mantener al menos 15 minutos con el motor en funcionamiento entre 1.500 y 2.000 rpm”, explica. Esto es así porque “el alternador, que es el aparato que genera la energía en el coche, necesita un rendimiento del motor mínimo para que pueda almacenar esa electricidad sobrante en la batería”.
De hecho, Arturo Miguel, responsable de la plataforma técnica del RACE, pronostica que “después de 22 años de experiencia como técnico de RACE, estoy convencido de que cuando se levante el estado de alarma, van a caer muchos vehículos por temas de batería”.
“Este momento, con el motor en marcha y en parado, sería ideal para accionar los dispositivos eléctricos como las ventanillas, los limpiaparabrisas, el aire acondicionado, las luces, etc.”, apunta Juan Carlos García.
Esta recomendación es muy sencilla para todos aquellos que tengan garaje en su vivienda. Por desgracia, muchos propietarios se ven abocados a dejar su automóvil en la calle y el Real Decreto publicado en el BOE que regula el estado de alarma limita la circulación de personas a causas de primera necesidad. Es más, el artículo 7 no contempla salir de casa para arrancar el coche y evitar quedarse sin batería.
Fuentes del Ministerio de Interior consultadas por Invertia recuerdan que los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado están obligados a seguir la norma dictada. Sin embargo, entienden que también hay un criterio de proporcionalidad que deja cierto lugar a realizar esta actividad. Por ejemplo, aprovechar que sacas de paseo al perro o tiras las basura y, si el coche está cerca, ir un momento a revisarlo. Con ca-be-za.
Si bien es recomendable desconectar el borne negativo (el negro) de la batería cuando el coche va a estar parado largas estancias de tiempo, hay que tener cuidado. “Si tiene menos de cinco años, puedes encontrar que la centralita se ha desconfigurado”, advierte Juan Manuel García.
Ruedas, líquidos y habitáculo
Los neumáticos también sufren la inactividad del coche. “Aunque no podamos inflarlos, es importante desplazarlos un poco, aunque sea unos centímetros adelante o atrás, para que el punto del neumático sobre el que recae todo el peso del coche durante todos estos días se desplace”, indica el secretario técnico de la Asetra.
Cuando termine el estado de alarma será necesario ir a la gasolinera para comprobar la presión de los neumáticos. “El neumático pierde presión por frío y por calor”, insiste Arturo Miguel. Con una presión baja, el coche consume más y tiene más probabilidades de sufrir algún pinchazo. Para esto aún queda tiempo.
Los expertos coinciden en que los líquidos no suelen dar muchos problemas con el vehículo parado. En esas revisiones periódicas, mire bajo el coche por si hay alguna mancha que le haga sospechar. Por lo demás, es conveniente tener el depósito del combustible lo más lleno posible. De esta manera, señala Juan Carlos García, “evitas que se evapore gasolina porque cuanto más vacío más espacio para liberar gases en el tanque”. “Tampoco se recomienda tenerlo vacío del todo porque se reseca la bomba de la gasolina”, ahonda.
Cuando el coche no se ha movido en un tiempo, además, pueden aparecer en el depósito de gasolina unos posos que son impurezas que trae la gasolina. “En ese primer arranque, normalmente, las inyecciones modernas y los posos no se suelen llevar bien”, avisa Arturo Miguel. De ahí que sea recomendable tener el depósito con más de la mitad de su capacidad.
En un coche con un motor de combustión entran en acción varios fluidos, como el aceite, el líquido refrigerante, el líquido de frenos o incluso el líquido limpiaparabrisas. “Todos ellos son importantes y realizan su función por lo que deben estar en los niveles que recomienda el fabricante”, declara Juan Manuel García.
Dentro del habitáculo, los peligros son menores. Por puntualizar, el secretario técnico de la Asetra recomienda evitar los artículos perecederos que pueden pudrirse y oler mal, así como objetos atractivos para “los amigos de lo ajeno”.
Por fuera, lo mismo de siempre. No es lo mismo tenerlo en un garaje que en la calle. Si lo tiene en garaje y lo cubre con una funda, perfecto. Esta opción a la intemperie es más inusual, por lo que lavarlo cuando termine el estado de alarma es muy recomendable. Cabe recordar que los “regalos” de los pájaros son corrosivos para la pintura y tanto la resina de los árboles como la arenilla pueden dañar los limpiaparabrisas y las lunas.