Mientras que en los meses de marzo, abril y mayo las noticias sobre la industria de la automoción protagonizaban continuamente nubarrones muy oscuros, en los últimos días, todo parece indicar que la curva que está dejando el coronavirus en la industria del automóvil, comienza a tener un comportamiento menos negativo.
Un buen ejemplo de ello son las ventas de coches, de las que Anfac (la asociación de fabricantes), según ha presentado su director general, José López-Tafall, en rueda de prensa virtual, ha señalado que no caerán tanto como inicialmente preveían.
En este sentido, la patronal de los constructores estima que 2020 podría cerrar con un volumen total de ventas de entre 800.000 y 850.000 unidades. De cumplirse esta predicción, estaríamos en torno a 100.000 o 150.000 unidades por encima de las previsiones iniciales realizadas por Anfac y Faconauto y que apuntaban a 700.000 coches vendidos a finales de año. Una previsión que también realizó hace unos días en EL ESPAÑOL el presidente de Faconauto, señalando que 2020 cerrará con 880.000 ventas.
Por tanto, con esta cifra estaríamos hablando de una caída del 35%, respecto a 2019, un 10% menos de descenso que la estimación inicial de disminución del 45%.
No obstante, desde Anfac han querido guardarse las espaldas y han señalado que "realizar previsiones en la actualidad es complicado, debido a la continua revisión de las estimaciones del Producto Interior Bruto (PIB) español", según López-Tafall.
Si finalmente acaba así ya no estaríamos hablando de las peores cifras de ventas de las últimas décadas.
Desde 1996, tal y como se puede ver en el siguiente gráfico, los peores años de ventas de coches en España fueron en 2012 con menos de 700.000 unidades y 2013 con 722.000 unidades.
A la espera de un otoño “razonable”
Aun así, desde Anfac señalan que las anteriores previsiones no tuvieron en cuenta los planes del Gobierno aprobados, refiriéndose al Plan Moves y al Plan Renove y también al anuncio realizado en apoyo del sector de automoción en España.
También desde esta organización han comentado que la consecución de estas cifras también dependerá de la evolución de la pandemia en el verano y a la vuelta del mismo y siempre y cuando no vengan nuevos cierres de las plantas este año y teniendo en cuenta que el próximo otoño se desarrolle de forma “razonable”.
Preguntado por la eficacia de los planes de ayudas desde Anfac, López-Tafall, ha comentado que este fomento de la renovación del parque para eliminar los vehículos más contaminantes y que sean cambiados por otros más limpios y con energías alternativas, también se puede realizar no solo con un plan de ayudas, sino también con una política fiscal favorable.
"No es necesario poner tanto el foco en planes renove, sino que es necesario una política activa de renovación de flota y achatarramiento", ha recalcado López-Tafall, que ha explicado que lo importante es el objetivo y no tanto los medios para conseguirlo.
Aumento del 9% de facturación
Otro de los aspectos reseñables de esta presentación ha sido la presentación de la facturación de todo lo que rodea a la industria del motor en España que ha generado un volumen de negocio de 69.500 millones en 2019.
Esta cifra supone un incremento del 9% respecto al ejercicio anterior, según el informe anual presentado por Anfac.
Dicho documento señala que este aumento de los ingresos de los fabricantes y de las empresas asociadas a Anfac también vino asociado a un aumento del resultado neto de dichas compañías, que creció un 46%, por encima de los 960 millones de euros.
Así, durante el 2019, las marcas automovilísticas en España realizaron una inversión de más de 2.700 millones de euros, lo que representa una caída del 9% respecto a 2018.
"El compromiso inversor se situó por encima de la media del sector de la automoción, que está en los 2.000 millones anuales. En los últimos siete años la automoción invirtió 16.000 millones de euros en España", ha subrayado el director general de Anfac en la presentación, José López-Tafall.
En este sentido, Anfac ha subrayado que los retos del sector en la transformación hacia una industria de la movilidad suponen gran parte de este esfuerzo económico que durante la última década se ha ido realizando para mejorar y adaptar los procesos y las líneas de producción a las demandas de los nuevos modelos.
Con estos datos, López-Tafall ha destacado que el 2019 estuvo marcado por la "incertidumbre", una característica que va a acompañar al sector "mucho tiempo", debido a que este año estará muy influenciado por la crisis del coronavirus.
"Más allá del impacto que está teniendo y tendrá la crisis del coronavirus en la economía, de la falta de previsibilidad de la situación a corto y medio plazo para los consumidores y de las medidas que se tomarán para paliar esta situación y recuperar el mercado, la evolución de las tecnologías orientadas a la electrificación y la digitalización total de los vehículos avanza a pasos agigantados, mientras las normativas aún no son homogéneas de cara a ordenar la movilidad en los territorios", ha indicado López-Tafall.
Recaudación fiscal
En cuanto a los ingresos a las arcas públicas, la industria del motor propició la recaudación de 30.888 millones de euros durante 2019 en concepto de tasas e impuestos vinculados con el sector del automóvil, un 2,9% más en comparación con los 30.030 millones de euros de 2018.
Como en años anteriores, la mayor parte de esta recaudación pública estuvo ligada al consumo de carburantes, como 21.513 millones de euros, lo que implica un aumento del 3,1% en comparación con 2018.
Asimismo, los ingresos públicos por la adquisición de vehículos nuevos alcanzaron los 5.493 millones de euros, un 3,4% más que en el ejercicio anterior, de los cuales 4.877 millones son de IVA, un 0,4% más, mientras que 616 millones corresponden al impuesto de matriculación, un 35% más.
Entre otros ingresos, las transferencias de vehículos usados supusieron para las arcas públicas 533 millones de euros, un 1,9% más, y la tasa por cambio de titularidad de vehículos alcanzó los 196 millones de euros, un 1% más que en 2018.
8,5% del PIB
En relación al Producto Interior Bruto (PIB), la industria del automóvil supuso un 8,5% del mismo, lo que implica un 0,1 punto porcentual menos que en 2018.
Sin embargo, añadiendo la contribución del resto de los sectores relacionados, como la distribución, los seguros y las financieras, la asociación estima que en total suponen un 11% del PIB.
Además, el peso total de la automoción sobre la población activa española fue del 9% en 2019.
Esta cifra es igual que en el ejercicio anterior, con un total de cerca de dos millones de empleos contabilizando fabricantes de vehículos, equipos y componentes, actividades complementarias a la fabricación, distribución y comercialización, posventa, servicios financieros y seguros, transporte, estaciones de servicio, alquiler y autoescuelas. Solo los fabricantes emplean en sus plantas a 66.000 personas.
2,82 millones de coches producidos
Entre otras cifras, las plantas españolas fabricaron el año pasado un total de 2,82 millones de vehículos, un 0,1% más que en 2018, de los cuales más de 2,2 millones eran turismos y todoterrenos, un 0,3% menos; mientras que las fábricas nacionales aumentaron un 2,7% el ensamblaje de vehículos comerciales, hasta 563.026 unidades. Por su parte, la construcción de vehículos industriales cayó un 10,2%, con 49.837 unidades.
Según los datos de Anfac, el saldo comercial del sector del automóvil cerró el año pasado en una cifra positiva de 14.077 millones de euros (13.728 millones de euros en 2018), con unas exportaciones por valor de 35.957 millones de euros y unas importaciones de 21.880 millones de euros.