2020 quedará señalado en todos los almanaques como el año negro para la movilidad española. El coronavirus asestó un golpe a todos los medios de transporte nunca conocido desde la Guerra Civil española. El número de viajeros que el año pasado se desplazaron por nuestro país utilizando el autobús, el tren, el avión o el barco se redujo un 46,9% en comparación a 2019 según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Aunque el impacto fue histórico para todas las modalidades, existen marcadas diferencias en el comportamiento de la demanda. El transporte aéreo lideró las pérdidas de pasajeros con una caída del 60,5%. En el caso del marítimo, llegaron al 52,1%. El ferrocarril, por su parte, perdió el 47,4% de sus pasajeros. Mientras, el autobús fue la opción que mejor aguantó el golpe con un descenso del 45,5%.
Las diferencias de hasta 15 puntos porcentuales entre el avión y el autobús tienen que ver, principalmente, con el nivel socioeconómico de los pasajeros. Mientras que el avión se vio fuertemente impactado por la reducción a la mínima expresión de los viajes de negocios, los viajes en autobús fueron la opinión elegida por rentas bajas o estudiantes que no tenían más remedio que desplazarse y no contaban con un vehículo propio.
Al realizar un análisis individualizado de cada mes, se observa como todas las opciones de transporte arrancaron el año aumentando en enero y en febrero los registros de pasajeros de 2019. Al llegar marzo, y el Estado de Alarma, el número de viajeros transportados se hundió cayendo casi en picado y tocó fondo en abril, coincidiendo con el mes de mayores restricciones de movilidad.
Entre abril y junio, autobús, tren y barco comenzaron una recuperación de su tráfico a un ritmo similar dejando atrás al avión que fue la opción de transporte que más tardó en recuperarse. Con la llegada de agosto y el aumento de ciudadanos que tomaron vacaciones, la recuperación del avión aceleró hasta convertirse en el medio de transporte que consiguió una recuperación más importante durante.
Un espejismo que terminó en septiembre. La segunda ola de la pandemia y la entrada en vigor de nuevas restricciones volvieron a golpear a todos los segmentos de la movilidad. Como en el caso de marzo, el avión volvió a ser el medio que registró una caída más importante entre septiembre y noviembre. Con la llegada de diciembre, todas las modalidades del transporte registraron una ligera mejora debido a los desplazamientos por la Navidad.
El autobús aguanta mejor la embestida
En un contexto desastroso para todos los medios de transporte, el autobús ha mostrado una mejor resiliencia que ha permitido que su pérdida de pasajeros quede por debajo de la barrera psicológica del 50% con 754 millones de viajeros transportados en 2020. Los buses fueron la opción de desplazamiento que más rápidamente consiguió recuperar parte de su actividad.
La gran diferencia con el resto de medios de transporte fue que, una vez pasado el verano, los autobuses consiguieron mantener el pulso mejor que otras opciones. Tanto es así que, durante la segunda ola de la pandemia y el comienzo de la tercera, ha logrado que su actividad no caiga por debajo del 45%.
Un otoño para olvidar en el ferrocarril
En lo que respecta al ferrocarril, el comportamiento durante el arranque del año y una vez comenzaron las fases de desconfinamiento fue muy similar al del autobús. Pero, en su caso, durante los meses octubre y noviembre las caídas fueron más acentuadas.
En este contexto, los datos del INE señalan que las diferentes opciones de tren transportaron 334 millones de pasajeros entre los distintos municipios españoles a lo largo de 2020.
Año negro para la aviación
Entre todos los medios de transporte, el coronavirus se ha cebado con el avión. El cierre de los aeropuertos y el miedo a la transmisión del virus hundió casi a cero la actividad aérea durante los meses más duros del confinamiento. Tanto fue así que las caídas de actividad en comparación a 2019 llegaron al 99% en abril y al 98% en mayo.
Con la llegada del verano, los pasajeros volvieron apostar por el avión. Hasta el punto que fue el medio de transporte que se anotó una mayor recuperación en agosto cuando limitó sus caídas al 42%, una cota sólo alcanzada por el autobús en diciembre. Así las cosas, el transporte aéreo cerró 2020 con 16 millones de pasajeros transportados dentro de España.
Las restricciones lastran al barco
Por último, los desplazamientos en barco han estado fuertemente limitados por algunas restricciones de movilidad. Sobre todo en el caso de las rutas entre la península Ceuta y Melilla, que han sufrido regulaciones que han lastrado las opciones de los pasajeros para realizar estos viajes, dejando en cinco millones de usuarios el registro de esta opción del transporte en 2020.
En el caso de los desplazamientos marítimos, la curva de comportamiento fue similar a la del avión con la diferencia de que, en el mes de agosto, los rebrotes le hicieron registrar descensos frente al mejor comportamiento del resto de opciones de movilidad. Pese a un repunte en octubre, la actividad durante el final de año fue muy limitada.
Así las cosas, las diferentes opciones de movilidad afrontan un 2021 lleno de incógnitas. Un año que comenzará con unos registros muy negativos en su primer mes debido al impacto de la tercera ola. Pese a ello, la esperanza para el sector radica en que, a partir de marzo, el efecto de la vacunación comience a notarse y la movilidad encare una recuperación, lenta pero tendida, durante el resto del año.