Giro en la política de compras de Renfe. El consejo de administración de la compañía ha acordado en su reunión de hoy volver a licitar la compra de 72 trenes de Media Distancia y Cercanías pendientes de adjudicación. Estas licitaciones, que suponían un importe total superior a los 1.300 millones de euros, serán sustituidas por nuevas licitaciones en los próximos meses para la adquisición de trenes con tecnologías como el hidrógeno para circular por vías no electrificadas.
El uso de esta energía renovable ya ha comenzado en algunos mercados ferroviarios europeos. Alstom cuenta actualmente con la tecnología más utilizada para este tipo de vehículos. Una senda que está comenzando a recorrer Talgo, compañía que cuenta con un modelo que también encajaría con los nuevos requerimientos del contrato de Renfe.
Según ha comunicado la operadora "la decisión del consejo de administración responde al compromiso con la responsabilidad ambiental de Renfe para seguir reforzando al tren como el modo de transporte de viajeros y mercancías más eficiente en términos de consumo de energía y emisiones de CO2. Además, supone adherirse a la clara apuesta de las instituciones europeas y españolas por las energías limpias y, en particular, por el hidrógeno renovable".
Según ha detallado la compañía, las licitaciones de trenes para Media Distancia y Cercanías pendientes de adjudicar no excluían la posibilidad de que la tracción para circular en vías no electrificadas sea mediante tecnología con combustibles fósiles (trenes duales). Una opción que ha quedado desfasada en el nuevo contexto de políticas de reducción de emisiones.
En este sentido, desde la empresa señalan que "la adquisición de material diésel sería contradictorio con la responsabilidad social y medioambiental de Renfe y, al mismo tiempo, supondría una compra de unos activos que podrían no poder rentabilizarse, ya que su vida útil se vería considerablemente afectada por las limitaciones a los gases de efecto invernadero".
La adquisición de trenes con tecnología de combustibles limpios, como el hidrógeno, es una decisión que "busca reforzar los objetivos de la compañía y de las principales instituciones nacionales y europeas. Además, podría ser susceptible de incorporar ayudas financieras para Renfe y para los fabricantes de trenes que optaran a su adjudicación".
Resto de licitaciones
Renfe ha adjudicado contratos para compra de material rodante, enmarcados en el plan de renovación de flota puesto en marcha el pasado año y que supondrán la renovación de, aproximadamente, el 50% de los trenes dedicados al servicio público.
Del plan inicial de renovación de la flota, cuyas licitaciones comenzaron en 2019, Renfe ha comprado ya en el último año 248 trenes por valor aproximado de 3.000 millones de euros, un 78% del plan. Los 72 trenes pendientes de adjudicar, el 22% del total, se volverá a licitar en los próximos meses.
Del mismo modo, está previsto adjudicar próximamente un contrato para la compra de 40 cabezas motrices que irán destinadas a las diferentes líneas de alta velocidad. Un contrato que potenciará las capacidades de la operadora ante la entrada de competencia en el mercado español.