El tren de hidrógeno de Alstom, rumbo a España de la mano de los fondos europeos
El presidente del fabricante ferroviario señala que sólo necesita entre 24 y 30 meses para poner un tren de esta tecnología en servicio.
7 mayo, 2021 01:53Noticias relacionadas
El tren de hidrógeno se acerca a España y, a medida que pasan las semanas, lo hace a mayor velocidad. Mientras Talgo y CAF trabajan a contrarreloj para poner en marcha sus iniciativas de trenes de cero emisiones y Renfe modifica licitaciones para abrirles paso, Alstom ha presentado una manifestación de interés para traer su tecnología a nuestro país de la mano de los fondos de recuperación.
Así lo ha explicado Leopoldo Maestu, presidente de Alstom en España y Portugal. Una noticia importante para el sector ya que, hoy día, los trenes de hidrógeno de la empresa francesa son los únicos que operan servicios comerciales utilizando esta tecnología.
En pocos años, el tren de hidrógeno ha pasado de ser una utopía a convertirse en una realidad en diferentes países europeos. Una modalidad destinada a sustituir a los trenes diésel que operan en los tramos no electrificados, el 40% de la red europea. Francia ha sido el último país en redoblar su apuesta por esta alternativa energética por la que ya han optado Alemania, Países Bajos o Austria. Un segmento que, actualmente, lidera Alstom en todos estos países.
Para encontrar el embrión de esta iniciativa hay que remontarse a 2018, concretamente al 11 de julio. Ese día el Coradia de Alstom se convirtió en el primer tren de pasajeros del mundo alimentado por células de combustible de hidrógeno al que la Autoridad Alemana de Ferrocarriles permitió iniciar el servicio comercial de pasajeros.
Homologación de la tecnología
Maestu ha explicado que el objetivo de su empresa es acceder a fondos europeos para traer el modelo de tren que ya opera en Europa. "Nosotros no necesitamos inversión para crear un tren de hidrógeno. Ya lo tenemos en operación. Buscamos apoyo para poder homologar esta tecnología en España cuanto antes".
En concreto, el directivo ha señalado que gracias a esta iniciativa el tren de hidrógeno en podría ser una realidad en España en un periodo de tiempo muy corto. Concretamente, menos de tres años. "Necesitamos entre 24 y 30 meses para poner un tren de hidrógeno en servicio comercial en España".
Al ser cuestionado por la apuesta que va a realizar España en el contexto de los fondos europeos por la movilidad Maestu se ha mostrado muy optimista. "Entre las diferentes partidas proyectadas, el Plan de Recuperación cuenta con 13.000 millones para movilidad. En el caso del hidrógeno son 1.500 millones. Tenemos que estar contentos".
Además de la posibilidad de homologar su tecnología en España, el directivo de Alstom ha explicado que la compañía ha presentado otras propuestas en el contexto del Plan de Recuperación. En concreto en los componentes del Plan de choque de movilidad sostenible, segura y conectada en entornos urbanos y metropolitanos y en el de Movilidad sostenible, segura y conectada.
Nuevo centro en Getafe
El hidrógeno no es la única apuesta de Alstom para España. La compañía ha anunciado la creación de un nuevo centro industrial en Getafe, dedicado al mantenimiento y montaje de los bogies de los trenes, que contará con una plantilla de alrededor de 50 personas y una inversión inicial de hasta seis millones de euros.
Esta nueva fábrica surge como respuesta a un contrato valorado en 130 millones de euros que se adjudicó recientemente en Marruecos para el suministro de 66 tranvías en la ciudad de Casablanca, según adelantó Maestu.
El objetivo del grupo es localizar la actividad en España, en este caso para el mantenimiento y montaje de bogies del contrato en Casablanca, pero irá asumiendo paulatinamente más actividad, como toda la asociada a los trenes de Ouigo, el primer operador que se estrenará en España tras la liberalización ferroviaria.
De esta forma, la intención de Alstom con este centro, que tendrá unos 3.000 metros cuadrados y se localizará próximo a los talleres de mantenimiento que ya tiene en Getafe, es sumar más capacidad a la que ya tiene en España con el objetivo de poder asumir cualquier proyecto que se adjudique en cualquier parte del mundo.