El ministerio de Industria ultima los detalles para que el PERTE del vehículo eléctrico y conectado comience la selección del grupo de empresas que lo encabezarán. La iniciativa del Plan de Recuperación y Resiliencia que más expectativas ha despertado se pondrá en marcha antes de que termine 2021 con el objetivo de estar plenamente operativa antes del próximo verano.
Tras su aprobación en Consejo de Ministros, el calendario que maneja el ministerio capitaneado por Reyes Maroto señala que antes de final de año se publicará la orden ministerial en la que se fijarán las bases y la convocatoria. Este punto será el pistoletazo de salida definitivo para que las compañías que pretenden participar en esta iniciativa presenten sus solicitados.
En concreto, estas empresas tendrán tres meses para hacer llegar sus propuestas. Entre diciembre de 2021 y febrero de 2022 deberán formalizarse los grupos que optarán a un paquete de ayudas enmarcado dentro de la denominada estrategia de impulso del proyecto transformador de la cadena de valor del vehículo eléctrico conectado. Una iniciativa que contará con 3.160 millones de inversión publica. El 73% de los 4.295 millones del total del PERTE.
Un proceso que culminará en 2022. Concretamente, los plazos fijados en el plan de Industria señalan a julio del próximo año como el momento en el que se seleccione al grupo de compañías que deberá protagonizar una de las transformaciones más profundas del segmento industrial más arraigado en España.
Un 40% de Pymes
Una de las singularidades más importantes de este proyecto son las condiciones previas que el PERTE señala. Los grupos que opten a esta línea de ayudas deberán estar conformados por, al menos, cinco empresas que, previamente, deberán constituirse como una agrupación.
El diseño de esta agrupación señala que un 40% de las empresas que la conformen deberán ser Pymes. Una condición con la que el plan busca que las ayudas puedan filtrarse a la industria auxiliar para favorecer su modernización.
Y es que la fabricación de coches eléctricos y conectados necesita de nuevas capacidades que exigen importantes inversiones. Pese al papel crucial que juega el sector auxiliar en la automoción muchas de las empresas que lo componen tienen menos músculo financiero que los grandes jugadores de esta industria por lo que el PERTE busca que una parte importante de estos recuros terminen en este tipo de compañías.
El segundo de los condicionantes importantes para poder optar al PERTE será el de la territorialidad. El grupo que opte a esta ayuda deberá acreditar que su plan tendrá impacto en, al menos, dos Comunidades Autónomas. Este condicionante es, junto con el de las Pymes, el otro gran objetivo del Plan de Recuperación pactado con Bruselas: que las ayudas se distribuyan por diferentes territorios.
Criterios de selección
Los criterios de selección del PERTE tendrán en cuenta cuestiones técnicas, económicas, así como la singularidad de las propuestas. El elemento que más peso tendrá será el análisis del impacto que los diferentes planes presentados tendrán en la modernización de la automoción.
Del mismo modo, cuestiones como la inversión privada que se garantice o la apuesta por la I+D+i en los planes se valorará de forma especial. Además, otro de los elementos que más puntos dotará a los grupos que opten por esta ayuda será la creación o el mantenimiento del empleo en España.
Así las cosas, durante las próximas semanas se espera que el ministerio ultime los detalles finales de una de las convocatorias más esperadas del Plan de Recuperación y Resiliencia. Un proyecto clave para la modernización de la industria de la automoción con el que España aspira a mantener su actual posición de privilegio en esta industria como segundo fabricante de automóviles de Europa.