Tener terminal marítima sin mar parece algo complicado, pero no imposible. De hecho, a lo largo de este texto afirmaremos en otra ocasión que Aragón es una de las comunidades que más crece en comercio internacional por vía marítima. Pero no lo haremos a la torera, sino a través de la historia de un proyecto intermodal que permite a Zaragoza tener salida al mar y ya de paso sacar 95.000 camiones de las carreteras. 

Hablamos de lo que se conoce como la Terminal Marítima de Zaragoza (tmZ). Es decir, una plataforma logística que favorece la multimodalidad y que actúa como herramienta de dinamización del comercio internacional.

¿Cómo funciona? La Terminal Marítima de Zaragoza actúa como una extensión del puerto de Barcelona y permite mover mercancías combinando varios medios de transporte: tren y barco (y en menor medida camión). 

Se ubica en Mercazaragoza, el mercado de alimentación mayorista de la ciudad cuyo accionariado está formado por el Ayuntamiento de Zaragoza (51%), Mercasa (48,8%) y un 0,2% de autocartera.

De hecho, el proyecto de terminal ferroportuaria es posible gracias a la colaboración público-privada. Dentro del accionariado de la Terminal Marítima de Zaragoza está Mercazaragoza (56,7%), la Autoridad Portuaria de Barcelona (21,5%), el Gobierno de Aragón (20,5%); y las empresas Grupo Samca, Eurozasa, APM Terminals y Hutchison Ports (1,3%). 

“En los últimos años tmZ se ha consolidado como la primera terminal ferroviaria de mercancías del interior peninsular en términos de actividad, superando a las plataformas intermodales ubicadas en Madrid que históricamente había liderado los primeros puestos”, explican a EL ESPAÑOL-Invertia fuentes de la empresa pública Mercasa. 

La especialización en los tráficos marítimos le ha conferido el estatus de terminal marítima interior, extensión de los puertos tanto a nivel operativo como administrativo, esto último gracias a ser un recinto aduanero.

Además, ha apostado fuertemente por la alimentación fresca. Con la puesta en marcha en 2016 del llamado 'Canal Frío', que permite el tratamiento y expedición de contenedores reefer (refrigerados), se ha consolidado un servicio regular. "Esto va a permitir el desarrollo de la integración con los servicios auxiliares que puede prestar Mercazaragoza en materia de logística del frío", afirman.

Desarrollo económico

“La puesta en marcha de la Terminal coincidió con un periodo de dura crisis económica y caída del consumo nacional y europeo, en el que un gran número de empresas se vieron abocadas a buscar, llevar o traer sus productos de países lejanos”, explican fuentes de Mercasa a este medio. 

En este sentido, tmZ ha jugado un papel primordial y los datos lo avalan, “viendo como el impresionante crecimiento del comercio internacional de Aragón a países terceros los últimos 10 años ha ido totalmente alineado al de tmZ”, añaden.

El número de trenes al año recibidos en tmZ ha crecido de forma importante: en 2015 pasaron 2.025 trenes por la terminal y en 2020 ese cifra fue de 3.025. Este año, lleva un crecimiento del 24% con una recepción estimada de unos 3.700 trenes. 

Además, en un momento en el que el tren se alza como la modalidad de transporte más sostenible, este tipo de infraestructura saca pecho de ello. Los trenes gestionados en 2020 equivalen a haber retirado de las carreteras unos 92.000 camiones en ese año, con un ahorro superior a 24.000 toneladas en emisiones de CO2 y de más de 218 millones de megajulios en energía consumida.

Dentro de esta terminal, pueden llegar a trabajar hasta 350 personas de forma directa e indirecta: los trabajadores de tmZ y la sociedad operadora tmZ Services, del administrador público de infraestructuras Adif, de empresas ferroviarias, operadores ferroviarios, cargadores, transportistas, transitarios, líneas marítimas, operadores logísticos…

Este tipo de infraestructuras intermodales ofrecen importantes ventajas competitivas a las empresas exportadoras e importadoras: reducción de los interlocutores, mayor seguridad, mejoras en la trazabilidad, disminución de los tiempos de tránsito y una mayor eficiencia logística, lo que revierte en ahorro de costes y competitividad.

Ampliación

Pero el proyecto no es nuevo. El desarrollo de las infraestructuras de la Terminal Marítima de Zaragoza se ha caracterizado históricamente por una adaptación continua a las necesidades del mercado.

Nació en 2001 cuando se constituyó la sociedad. Ahí se inicia la actividad con el objetivo de desarrollar el comercio internacional de Aragón e introducir en Zaragoza la intermodalidad camión-barco. En 2007 se inaugura el primer apartadero ferroviario y, desde entonces, se han sucedido tres fases de ampliación a medida que la actividad y la demanda ha ido creciendo: 2009, 2011 y 2016.

La última ampliación llega de la mano de Mercasa y el Ayuntamiento de Zaragoza para impulsar Mercazaragoza, con una inversión de 6 millones de euros. Permitirá acoger nuevas actividades y empresas en Mercazaragoza y, además, la ampliación de la Terminal Marítima de Zaragoza.

En el caso de tmZ, la ampliación, que podría estar operativa a finales de 2022, aumentará la capacidad de almacenamiento de contenedores y de recibir más trenes, que podrán ser de hasta 750 metros, en lugar de los 550 actuales. También se ganará eficiencia en las operaciones ferroviarias, con una nueva conexión a la red general por el norte a través del apartadero de Corbera.

De hecho, es probable que en un futuro no muy lejano otras ciudades del interior de España se jacten de tener terminal marítima. Ya lo avisó José Ramón Sempere, presidente de Mercasa, durante su intervención en el II Simposio del Observatorio de la Movilidad, que organiza EL ESPAÑOL-Invertia. “Es un modelo que nos gustaría extender a más ciudades”, dijo. Por ello, destaca Mercaolid o Mercamadrid entre los mercados que podrían gestionar estos nuevos proyectos.