La llegada de ómicron ha vuelto a decelerar la recuperación de la movilidad en Madrid. Antes de que la nueva variante se expandiera, la capital estaba a punto de superar la barrera del 80% en los niveles previos a la pandemia de utilización del transporte público. En lo referente al tráfico, en muchos tramos horarios la capital llegaba a superar los niveles de 2019.
En la semana del arranque del curso, la situación ha cambiado. Si se compara el comienzo de la actual semana con la del 13 de diciembre, durante los últimos días el transporte público ha registrado caídas del 17%. El tráfico rodado, por su parte, ha visto descensos del 13%.
Los datos de la Comunidad de Madrid señalan que la sexta ola de contagios de la Covid-19 provocada por la explosión de la variante ómicron ha generado una importante disminución de la movilidad de los ciudadanos en el transporte público de la Comunidad de Madrid. Se estima que entre el viernes 17 de diciembre y el domingo 9 de enero la pérdida de viajes en el sistema se ha elevado a 9,8 millones en las redes de los cuatro principales modos de transporte público de la Comunidad (Ferrocarril Metropolitano de Madrid, EMT, autobuses Interurbanos y Renfe Cercanías).
En dicho periodo hay días en que la caída de demanda alcanza los 750.000 viajeros, son los días previos a Nochebuena y día de Reyes, mientras que los días laborables experimentan disminuciones del entorno de los 500.000 viajeros, mientras que los fines de semana y días festivos se encuentran en pérdidas de 300.000 viajeros.
650.000 viajeros menos
El uso del transporte público a la vuelta del periodo vacacional, desde el pasado lunes 10 de enero, también está sufriendo los efectos de esta 6ª ola en la que seguimos inmersos, alcanzando cifras de demanda diaria de viajeros de 3,7 millones, cuando deberían superar los 4,3 millones, es decir, unos 650.000 viajeros menos diarios.
En diciembre, la capital vivía un momento de intensa recuperación. Si se comparan los datos con los de 2020, los servicios de Metro de Madrid registraban aumentos por encima del 40%, el uso de Cercanías llegaba a crecer el 38%, mientras que la EMT aumentaba el 27%. En este caso hay que tener en cuenta que los servicios de autobús registraron una recuperación mayor al de otros servicios de transporte colectivo en 2020.
Algo que se refleja mejor al ver la comparación con los datos de 2019. La caída de la EMT en diciembre era sólo del 21%, frente a las caídas del 24% de Metro y Cercanías. Durante los primeros días de la actual semana se ha visto un retroceso en esta comparativa ya que la EMT registra una caídas medias del 26%, mientras que en el Metro llegan al 35% y en el Cercanías al 35%.
El tráfico, muy mermado
En análisis que hace el Ayuntamiento de Madrid sobre el estado del tráfico también señala importantes descensos. El pasado miércoles el informe del área de Medio Ambiente y Movilidad destacaba que "como el resto de la semana, hoy continuamos con valores muy bajos en los niveles de tráfico, inferiores al periodo anterior a la Navidad. Posiblemente consecuencia de la afección actual por la Covid-19 y la vuelta en muchos casos al teletrabajo".
Una tendencia que se dejó notar hasta en los momentos más complejos del día. "La hora punta apenas ha tenido complicaciones circulatorias y la duración ha sido muy breve. En general en la M-30 se ha registrado tráfico fluido tanto en sus accesos como en los principales ejes del entorno urbano", indicaba el estudio del Ayuntamiento.
En este sentido, los datos señalan que durante ese miércoles la comparativa de intensidad de la hora punta registró caídas que llegaron al 15% en comparación a la media de referencia en las entradas y salidas. Del mismo modo, en el interior de la M-30, los descensos llegaron al 7,8%.
Así las cosas, la primera semana del curso ha mostrado como el impacto de ómicron ya se siente. Además de los afectados por la enfermedad, la sexta ola de contagios ha provocado que los ciudadanos reduzcan sus desplazamientos tanto por voluntad propia como por la vuelta al teletrabajo en multitud de compañías. Las próximas semanas serán claves para comprender si estamos ante un pico pasajero o esta tendencia se extiende al comienzo de año.