Tormenta perfecta en el transporte público: la energía dispara los costes mientras los ingresos no se recuperan
La demanda no llega al 80% de los niveles prepandemia, mientras que los operadores hacen frente a un importante incremento en sus gastos.
28 enero, 2022 05:30Noticias relacionadas
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Si algo ha demostrado esta pandemia es su especial crueldad con determinados colectivos. En el segmento empresarial esto ha sido muy palpable en el sector del transporte. Durante meses, la reducción de movilidad se presentó como la única vacuna eficaz para reducir el impacto de la Covid-19. Ahora, tras casi dos años de pandemia, los efectos de esas decisiones siguen afectando a las cuentas de resultados de las compañías del sector.
Una situación que está siendo más intensa aún en el sector del transporte público. Los operadores han tenido que seguir operando servicios que durante meses han ido prácticamente vacíos. En cambio, su número de usuarios se ha reducido significativamente. 22 meses después de que comenzara la pandemia en España pocos servicios superan el 80% de los niveles de pasajeros que transportaban en 2019.
Una situación que de por sí ya estaba afectando a las compañías por la importante reducción de ingresos que estaba suponiendo y que ahora aún se complica más. En este caso por la vía de los costes. El disparado precio de la energía está haciendo que los niveles de gasto de las empresas hayan tenido que subir. Un macabro cóctel para el sector que ha terminado por configurar una tormenta perfecta de difícil solución.
Carta a la ministra Sánchez
Para alertar de los problemas y el impacto económico tan elevado que esto acarrea, el sector del transporte público ferroviario urbano y metropolitano, liderado por la Asociación de Transportes Públicos Urbanos y Metropolitanos (ATUC), ha enviado una carta a la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, exponiendo su situación.
Mediante este comunicado, firmado por hasta 13 empresas que gestionan las redes de metro, tren y tranvía en distintas ciudades, como Madrid o Barcelona, solicitan a la ministra que se articulen mecanismos de compensación económica a los operadores de transporte público ferroviario que contribuyan a minorar las pérdidas causadas por la subida de los precios de la energía eléctrica y garantizar así la prestación de dichos servicios con normalidad, así como la máxima calidad y eficiencia.
Según indican los portavoces del sector, desde el mes de mayo han visto multiplicarse por cinco el precio de la energía eléctrica. Un hecho que, según explican, "influye enormemente en este tipo de modo de transporte y agrava la situación de un sector particularmente perjudicado durante la pandemia y que ha visto mermados los ingresos a causa de la enorme caída de la demanda".
Además, la incertidumbre actual del mercado eléctrico, que continúa con una fuerte volatilidad en los precios, impacta de forma directa en las previsiones realizadas. Esto provoca que las cifras finales de los costes de la energía para las cuentas de resultados de los próximos ejercicios de estos operadores sean difíciles de predecir. Algo fundamental para un sector en el que es clave la eficiencia operativa.
Servicios de transporte masivos
"Los sistemas de transporte metropolitano por ferrocarril están concebidos para facilitar la movilidad masiva de personas y son un servicio público esencial que garantiza el derecho a la libertad de circulación de los ciudadanos. Además, contribuyen de forma positiva a la preservación del medioambiente y a la calidad de vida de la ciudadanía al tratarse de medios sostenibles y, mayoritariamente, 100% eléctricos", explican desde ATUC.
En este sentido, desde la asociación recalcan que el transporte público sigue trabajando para implementar medidas que reduzcan el consumo, así como promover las fuentes renovables. Todo ello en un contexto en el que las restricciones de aforos y la aplicación de los protocolos de sanidad continúan generando unos costes adicionales a estas compañías, algo que, sumado a la subida del precio de la energía, está provocando graves problemas económicos para el sector.
Así las cosas, el sector del transporte público se enfrenta a un horizonte lleno de incógnitas. Por un lado, la intermitencia de la pandemia hace complicado prever en qué momento se recuperarán los niveles de ingresos de 2019. Además, en el lado de los costes nada parece indicar que, a corto plazo, la energía vaya a darles un respiro. Una macabra ecuación que lastra las capacidades del modo de transporte que más ciudadanos desplaza a diario en las ciudades españolas.