"Entendemos que Talgo ha incumplido el contrato de entrega de los Avril". De esta forma tan contundente ha justificado Raquel Sánchez, ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, el retraso en la puesta en marcha de los modelos de trenes de alta velocidad destinados a cubrir el corredor a Galicia y a potenciar el servicio de Avlo.
Ante esta situación Renfe está analizando el contrato para determinar las posibles penalizaciones correspondientes. La entrega de las primeras unidades estaba prevista para enero de 2021 y desde la empresa constructora no se ha fijado fecha de entrega definitiva. Al ser preguntados por esta cuestión, desde Talgo no han querido hacer declaraciones.
Renfe adjudicó a Talgo la fabricación de 30 trenes de alta velocidad de los que 15 serán de ancho variable (lo que permite circular por vía convencional y estándar). La inversión en estos nuevos trenes asciende a los 786,5 millones de euros.
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Los nuevos trenes iban a ser utilizados para completar la oferta de Renfe en todo el ámbito AVE y larga distancia. En concreto, se esperaba que operaran los servicios entre Madrid y Santiago de Compostela, A Coruña y Vigo. Con ellos, habría mayor número de frecuencias, mayor oferta de plazas y reducción de tiempos de viaje en algunos recorridos.
Al ser preguntados por el estado del contrato desde el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana señalan que "Talgo no sólo ha incumplido reiteradamente sus compromisos de entrega sino que, a medida que han transcurrido los meses, ha comenzado a buscar excusas que justifiquen dicho retraso. Un retraso que ha supuesto costes significativos para el modo ferroviario de Alta Velocidad en España".
Compromisos
En este sentido, desde Transportes señalan que la entrada de nuevos trenes no sólo estaba llamada a incrementar la oferta, sino que la entrada de alta velocidad con ancho variable ayudaría a "reducir significativamente los tiempos de viaje en aquellos corredores donde conviven el ancho estándar y el ancho internacional".
Según el acuerdo inicial, Talgo debería de haber comenzado las entregas a comienzos de 2021. Desde ese momento, la compañía tenía que entregar entre uno y tres trenes al mes. Según las cuentas de la operadora ferroviaria, de haberse cumplido el contrato Renfe ya contaría con 30 trenes operando.
Un tren clave para la alta velocidad
El objetivo de Talgo con los Avril es contar con un tren que exprima al máximo las capacidades tanto en prestaciones como en número de pasajeros. El Talgo Avril está homologado a 330 kilómetros por hora con una velocidad máxima de 363 kilómetros por hora.
La composición estándar de este tren está compuesta por dos vehículos motrices situados en los extremos, tres remolques de clase preferente con configuración de asientos tradicional de cuatro pasajeros por fila, un remolque cafetería y ocho remolques para clase turista en configuración de cinco asientos por fila.
Gracias a la anchura del tren y a estas configuraciones podrá transportar 521 pasajeros. Del mismo modo, los interiores permitirán al usuario guardar más equipaje. Contarán con 11 baños a bordo, uno de ellos estará totalmente adaptado a personas con movilidad reducida.
En este contexto, Talgo se enfrenta a una compleja situación con uno de sus contratos estrella. No sólo por el actual pedido, sino porque los Avril debían ser un modelo que le abriera a la compañía la puerta a contratos internacionales de primer nivel de alta velocidad. La forma en la que resuelva esta polémica marcará mucho más que el futuro del actual contrato con Renfe.