Airbus y Boeing recuperan velocidad de crucero hasta junio con la mirada puesta en la potencial recesión
Los pedidos repuntan un 58% hasta junio mientras que las entregas también crecen un 13% durante la primera mitad de 2022.
23 julio, 2022 02:53La industria aeronáutica ha vivido los ejercicios más complejos de su historia durante los últimos años. La llegada del coronavirus provocó que la práctica totalidad de los aviones comerciales del mundo enfilaran el camino a sus hangares sine die. El nivel de incertidumbre fue máximo durante meses.
Pese a que poco a poco las restricciones a los vuelos han ido siendo eliminadas, en el mercado quedaba la duda sobre cuán profunda era la herida que la Covid-19 había dejado en las aerolíneas. Los primeros seis meses de 2022 confirman que el mercado de la fabricación y venta de aeronaves se está recuperando. Y lo hace a buen ritmo.
Los dos principales indicadores de esta industria, los pedidos de nuevos aviones y las entregas de aeronaves a las líneas aéreas, han mostrado importantes avances durante la primera mitad del año. Tanto es así que tanto Airbus como Boeing han firmado resultados que les acercan a los niveles precrisis.
El indicador en el que más se aprecia este avance es en los pedidos de nuevos aviones. Ambas compañías alcanzaron de forma conjunta 464 requerimientos de compra.
Una cifra que supone un avance del 58% en comparación con los 294 de 2021. Del mismo modo, las entregas avanzaron un 13% al llegar a las 511 unidades frente a las 453 del pasado año.
Airbus pelea frente a las cancelaciones
El análisis por compañías confirma que Airbus mantiene el paso firme alcanzado durante 2021. La europea consiguió una recuperación más rápida que su rival estadounidense en el pasado ejercicio sobre el que ha cimentado su comportamiento comercial durante la primera mitad del año.
En lo que se refiere a pedidos, a 30 de junio de 2022 Airbus alcanzó las 259 solicitudes netas en firme frente a las 38 del pasado año. Pese al importante avance, la cifra aún está lejos de los mejores años comerciales del fabricante debido al peso que aún tienen las cancelaciones. Durante el primer semestre Airbus consiguió 442 pedidos y 183 cancelaciones.
La cifra de pedidos brutos multiplica por 2,6 los alcanzados en el mismo periodo de 2021. Del mismo modo, las cancelaciones crecieron pero a menor ritmo si se miran los registros del pasado año. Los clientes de Airbus denegaron 56 aeronaves más que durante el ejercicio anterior.
En lo que se refiere a las entregas, el grupo europeo prácticamente calcó los resultados de 2021 poniendo en manos de sus clientes 295 unidades frente a las 297 del pasado ejercicio. El ligero paso atrás fue provocado por una ralentización durante el segundo trimestre del año.
Boeing recupera el ritmo en las entregas
En el caso de Boeing, en 2022 los claros comienzan a imponerse a los oscuros después de años extremadamente complejos. La compañía ha firmado un robusto avance en entregas en comparación con 2021 lo que le ha permitido recortar la ventaja que su rival europea había alcanzado en los últimos ejercicios. Los pedidos, por su parte, han quedado por detrás de los alcanzados en los seis primeros meses del ejercicio precedente.
La compañía estadounidense entregó 216 aeronaves durante el primer semestre frente a las 156 de 2021. Un paso al frente importante de la compañía que ve como los problemas de sus programas más populares, el 737 MAX y el 787, comienzan a remitir.
La cruz de la moneda llegó con los pedidos. Boeing firmó 205 compromisos durante la primera mita del ejercicio actual. Una cifra que supone un paso atrás en comparación con los 256 de 2021. En este caso, la cifra se ha visto lastrada por las 81 cancelaciones que ha recibido en el primer semestre.
Así las cosas, Airbus y Boeing tienen razones para mirar con optimismo al futuro. Las aerolíneas que han sobrevivido al coronavirus cuentan con capacidades y apetito para renovar sus flotas durante los próximos años. Unos vientos de cola que, a corto plazo, dependerán del comportamiento del final de año.
Pese a que para este verano se prevén niveles de vuelo muy importantes, los tambores de recesión suenan de fondo. Un redoble en el que el intento de invasión de Rusia en Ucrania marcará la crudeza tanto del invierno como del próximo ejercicio si las economías frenan en seco.