El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) arrancó ayer por la noche el proyecto piloto para transportar grano en un tren de mercancías de Renfe desde Ucrania hasta España como alternativa o complemento al modo marítimo en un momento marcado por la invasión de Rusia y las limitaciones en los puertos del Mar Negro.
De esta forma, Renfe Mercancías ha enviado 25 contenedores de 40 pies a la frontera entre Polonia y Ucrania para transportar 600 toneladas de maíz ucraniano hasta nuestro país.
Se trata de una prueba piloto con la que el Ministerio busca demostrar la viabilidad técnica y económica del transporte ferroviario de cereal a través de la autopista ferroviaria que atraviesa Europa desde Lodz (Polonia) hasta Barcelona Can Tunis (España).
Operativa
En concreto, el tráfico de ida es Madrid-Ludwigshafen-Duisburgo-Lodz-Chelm, mientras que el de vuelta es Chelm-Lodz-Duisburg-Barcelona Can Tunis a través de la autopista ferroviaria, lo que implica un recorrido aproximado de 2.400 kilómetros.
La logística del transporte está prevista que se realice entre Ucrania y España haciendo el trasvase de la mercancía en Chelm (Polonia), a 25 kilómetros de la frontera con Ucrania.
Los contenedores, cuyo interior se ha adaptado con liners (grandes bolsas especiales para el transporte del grano) partieron anoche de la madrileña estación de Abroñigal con destino a la localidad polaca de Chelm, donde se espera que llegue en la cuarta semana de agosto.
Allí, la mercancía será trasvasada a los contenedores de Renfe Mercancías para su posterior traslado a la terminal utilizada por el operador logístico Kombiverker, en Lodz. El traslado entre Lodz y Chelm lo realiza el operador ferroviario polaco DBP.
Una vez cargados los contenedores, el tren circulará en ancho estándar (UIC) desde Lodz hasta Barcelona Can Tunis, como destino final ferroviario. Desde la terminal barcelonesa se realizaría el acarreo de la mercancía hasta el cliente final. La previsión de llegada se sitúa a primeros de septiembre.
Renfe aportará, además, sus locomotoras 252 para facilitar la tracción desde Le Soler (Francia) hasta Barcelona.
A pesar de que se ha producido la reapertura de los puertos del Mar Negro y las rutas marítimas cerealeras supervisadas por Turquía, el proyecto piloto busca analizar las capacidades del transporte terrestre que puedan ayudar al transporte marítimo usando autopistas ferroviarias en coordinación público-privado con las industrias de transporte y de gestión de materias primas en la Unión Europea.