Primera imagen de trenes de Renfe, Avlo, Iryo y Ouigo juntos en vías españolas.
La liberalización llena trenes: el AVE Madrid-Barcelona ya duplica los registros previos a la pandemia de coronavirus
Las proyecciones más optimistas de Adif y los operadores han quedado pulverizadas en la primera línea con competencia efectiva.
8 octubre, 2022 02:58La liberalización del transporte de pasajeros por ferrocarril está pulverizando las proyecciones más optimistas de la industria. La entrada de competencia ha multiplicado por dos los pasajeros que optan por la alta velocidad para desplazarse entre Madrid y Barcelona. Un registro alcanzado el pasado mes de agosto que es sólo el principio, ya que, a los actuales trenes de Renfe, Avlo y Ouigo el próximo 15 de noviembre se unirán los de Iryo.
Pese a que los volúmenes íntegros de pasajeros se desconocen -por motivos de competencia ninguno de los involucrados comunica la cifra exacta de pasajeros transportados-, todos los involucrados confirman que en agosto de 2022 los trenes de alta velocidad transportaron al doble de pasajeros que en 2019, año récord que se toma como referencia al no estar afectado por las restricciones que se pusieron en marcha durante la pandemia.
Además de la llegada del tercer operador, desde el sector señalan otro elemento que aún estaría lastrando parte de la demanda. Según diferentes estudios, la obligación de llevar mascarilla es uno de los motivos por los que los usuarios están dispuestos a no viajar en tren.
Una medida cuya eliminación está próxima. En el caso de que no se registren cambios importantes en la evolución de la pandemia, se espera que antes de que termine 2022 las autoridades sanitarias españolas eliminarán esta obligación.
Avance sólido de toda la red
Los datos del conjunto de la red de alta velocidad señalan que la tendencia de crecimiento del tráfico observada en meses anteriores sigue gozando de buena salud. El acumulado hasta agosto indica que el tráfico ferroviario alcanzó los 120 millones de trenes-kilómetros, un aumento del 13,7% en comparación al mismo período de 2021.
En lo que se refiere al tráfico del mes de agosto se consolidó la tendencia de crecimiento de julio. Los indicadores muestran un avance del 8,7% frente al mismo mes de 2021. Un periodo que ya recogió la reactivación del turismo en España.
Por primera vez, el incremento de tráfico en agosto en la red de alta velocidad es superior, en un 3,8%, al alcanzado en agosto de 2019, En este sentido, destaca el crecimiento del corredor Madrid-Levante que se dispara un 15,2%. El Madrid-Barcelona, por su parte, también creció un notable 10,9%.
Por ejes ferroviarios, las líneas de alta velocidad de mayor crecimiento son Madrid-Valladolid-León-Zamora-Galicia, con un aumento del 78,6%, seguida de Madrid-Barcelona, con un crecimiento del 43,4%. Por su parte, Madrid-Andalucía avanza el 37,4% y Madrid-Levante lo hace un 36,3%.
Caída en las tarifas
Desde la puesta en servicio de los primeros trenes Ouigo, en mayo de 2021, el precio medio de los billetes para la ruta Madrid-Barcelona ha caído un 49% comparado con los datos anteriores de la pandemia. Esta mejora en el precio de los billetes ha disparado las ventas.
Además de ese descenso en los precios, el único corredor en el que actualmente opera más de un operador ferroviario ha visto cómo, a la llegada de la empresa francesa, se han sumado las circulaciones de Avlo, la marca low cost de Renfe, lo que ha disparado la oferta de servicios. Otro elemento crucial para entender por qué crece el uso del AVE.
Esta combinación se ha traducido en un aumento en la demanda de los consumidores. Concretamente, el apetito de los viajeros se ha triplicado también desde mayo de 2021 en comparación a los registros de 2019. Una tendencia que no se espera que frene a corto plazo.
La entrada en operaciones de Iryo será el mejor indicador para entender dónde están los límites del mercado ferroviario español. Además, la llegada de Ouigo a Valencia mostrará si el apetito de otros corredores es igual al del Madrid-Barcelona. 2023 será un año en el que el sector deberá consolidar una tendencia que, de confirmarse, dejará en papel mojado los mejores augurios para el proceso liberalizador del tren de alta velocidad.
