Los vehículos electrificados avanzan a un ritmo imparable en las factorías españolas. El pasado mes de septiembre, la producción de vehículos de cero y bajas emisiones (que incluye eléctricos, híbridos enchufables, híbridos convencionales, gas natural y GLP) experimentó un aumento del 40,7% con respecto al mismo mes del año anterior, alcanzando las 30.267 unidades, según los datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac).

El importante avance ha supuesto que, durante el noveno mes del año, este tipo de vehículos representen el 15% de la cuota de producción total en España, siendo la fabricación de electrificados (eléctricos puros e híbridos enchufables) la que ocupó un mayor volumen, con el 13,2% del total.

En concreto, en septiembre se fabricaron 26.799 unidades electrificadas, lo que supone un aumento del 71,1% frente al mismo mes del año anterior.

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La producción de vehículos electrificados sigue registrando un crecimiento anual, con 186.642 unidades hasta septiembre, un 28,8% más que el año anterior. En los nueve primeros meses se alcanzó el 11,6% de la producción total, que supone 2,5 puntos porcentuales más que el mismo periodo de 2021.

Del mismo modo, los híbridos enchufables sumaron 102.909 unidades, con un aumento de la producción del 8,8% en comparación con 2021. Por su parte, los eléctricos puros acumularon 83.733 unidades hasta el noveno mes, de las que 61.328 fueron de turismos, con un crecimiento del 58,5% en comparación con el mismo periodo de 2021.

Ligero crecimiento 

En lo que respecta al conjunto de la producción de vehículos, entre enero y septiembre aumentó un 0,6% en comparación con el mismo periodo de 2021. Tras cuatro meses de crecimiento se alcanzó la primera cifra positiva en el acumulado anual con 1.601.655 unidades en lo que va de año. En septiembre, se fabricaron 202.393 unidades, un 13,3% más en comparación con el mismo mes de 2021.

Aunque en los últimos meses se ha registrado una leve mejoría, debido a la capacidad de flexibilidad de las fábricas a la disposición de componentes y al aprovisionamiento de materiales, todavía es pronto para hablar de una recuperación total.

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Hay que esperar a la evolución de los próximos meses, pues el sector automovilístico continúa condicionado por la crisis de los microchips y la incertidumbre del conflicto en Ucrania, entre otras razones exógenas.

Por tipo de vehículo, la fabricación de turismos y todoterrenos registró 151.418 unidades en septiembre, un 6,3% más que en el mismo mes del año anterior. De igual manera, la producción de vehículos comerciales e industriales se incrementó el 41,1% en comparación con el mismo mes del último año, con un total de 50.975 unidades.

Exportaciones estancadas

En los nueve primeros meses de 2022, las exportaciones registraron un leve descenso del 0,8% en comparación con 2021. Hasta septiembre, se exportaron 1.369.376 unidades. En concreto, en el noveno mes del año se enviaron 173.659 vehículos fuera de nuestras fronteras, lo que supone un leve aumento en el ritmo de exportación, del 6,1% frente a 2021.

Esta cadencia va mostrando una mejoría en los últimos meses, pero todavía está condicionada por la crisis de los microchips y por la incertidumbre económica que afecta a los principales destinos de exportación ubicados en Europa, según destacan desde Anfac.

Durante el mes de septiembre, los mercados europeos representaron siete de cada 10 envíos de vehículos nacionales, con un crecimiento mensual del 17,8% y aumentando siete puntos porcentuales la cuota total anual de envíos fuera de España.

Durante septiembre, en los principales mercados europeos, entre los que se encuentran Alemania, Francia e Italia, se observó una situación de crecimientos generalizados. Por su parte, Reino Unido y Turquía cayeron significativamente, con una reducción del 18,7% y 22,1%, respectivamente.

No obstante, a pesar de cierta recuperación en los envíos a estos mercados en los últimos meses, las mejoras se encuentran todavía en niveles muy bajos. Actualmente, los principales países europeos se sitúan entre un 30 y un 40% por debajo de los niveles de matriculación previos a la pandemia.