No va más para el PERTE del Vehículo Eléctrico y Conectado. Hoy se cumple el plazo que los grupos participantes tenían para comunicar al Ministerio de Industria si aceptan los 877 millones de euros adjudicados. Un periodo que ha sido apurado por los fabricantes para repasar todos los detalles de las propuestas definitivas.
El sector llega en medio de un clima de sentimientos encontrados. "Existe una mezcla entre frustración por lo vivido en estos meses de largo proceso y optimismo de cara al futuro, ya que España tiene todas las piezas para ser un actor clave de la nueva automoción eléctrica", señalan fuentes de la industria de la automoción a este diario.
Las grandes expectativas despertadas durante la presentación del PERTE han sido un arma de doble filo para este proyecto. Tras fijarse metas para repartir 2.975 millones en ayudas y conseguir un acompañamiento de decenas de miles de millones de euros, el reparto de solo un 30% de los fondos con los que se dotó a este instrumento ha sabido a poco en el sector.
El anuncio de la llegada de una nueva convocatoria en el primer trimestre de 2023 no ha servido para calmar los ánimos. En cambio, los movimientos realizados por las comunidades autónomas, sobre todo en el caso de la Comunidad Valenciana y Extremadura, sí han sido bien recibidos.
Future: Fast Forward
En este contexto, todos los focos apuntan al proyecto liderado por Volkswagen y Seat. La iniciativa, que cuenta con otras 60 compañías, captó 397 millones de euros en esta resolución. La partida más importante de las repartidas pero que quedó lejos de las expectativas despertadas en el grupo, como explicó el presidente de Seat y Cupra, Wayne Griffiths. Pese a ello, dentro de la industria se espera una respuesta positiva al PERTE.
Las 62 empresas enmarcadas en la agrupación Future: Fast Forward pusieron sobre la mesa un ambicioso plan de transformación integral valorado en más de 10.000 millones de euros. Una ingente movilización de recursos que incluye la electrificación de las plantas de Martorell (Cataluña) y Landaben (Navarra), así como la puesta en marcha de una gigafactoría de baterías para vehículos eléctricos de nueva creación que estaría situada en Sagunto (Comunidad Valenciana).
Tras el anuncio, el grupo de compañías insistió en su intención de apostar por España. "Las empresas que forman parte de Future: Fast Forward estamos comprometidas con la electrificación de la industria española del automóvil y queremos movilizar 10.000 millones de euros, la mayor inversión industrial en la historia del país".
Una visión constructiva pese a los pocos fondos adjudicados que también defendió Griffiths en su última comparecencia pública. "Estamos buscando soluciones con las Administraciones, no solo con la central, también con los gobiernos regionales, y estamos hablando el mismo lenguaje", destacó el también presidente de Anfac.
Más recursos en el horizonte
Por el lado del Gobierno, desde el primer momento se asumió la necesidad de mejorar las ayudas movilizadas, sobre todo en el caso del proyecto del grupo alemán. En una entrevista realizada con este diario pocas horas después de anunciarse la resolución, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, dejó claro que desde el Ejecutivo se entendía "que Volkswagen necesita más acompañamiento público para desplegar su plan en España".
Maroto insistió en que desde su ministerio tenían la intención de "seguir trabajando para poner a disposición del sector más recursos públicos para acompañar las importantes inversiones que tiene que hacer nuestro ecosistema empresarial para electrificar su cadena de producción y nuevos actores globales que quieren invertir en nuestro país”. Un complemento al PERTE del que podría haber noticias en las próximas horas.
Hoy las empresas que acepten las ayudas del PERTE arrancarán un proceso que, si se cumplen las previsiones, hará que comiencen a recibir los recursos movilizados antes de fin de año. En concreto, el Ministerio de Industria tiene previsto adelantar el 90% del importe total de la ayuda concedida a cada beneficiario.
Las próximas horas serán críticas para conocer una parte importante del futuro de la automoción en España. La aceptación de las ayudas del PERTE supondrá el primer paso para que las factorías españolas avancen rumbo a la movilidad eléctrica. Para afianzar los siguientes será clave que, a lo largo de los próximos meses, agentes públicos y privados vuelvan a alinear sus caminos. De ello dependen decenas de miles de puestos de trabajo.
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