La Comisión Europea ha presentado este jueves la nueva norma Euro 7, cuyo objetivo es reducir la contaminación atmosférica provocada por los vehículos de motor. La novedad más importante del reglamento es que por primera vez introduce límites a las emisiones de partículas de los frenos y los neumáticos, que afectan particularmente a los coches eléctricos por ser más pesados.
Además, la norma regula la durabilidad de las baterías instaladas en turismos y furgonetas, con el fin de reducir la necesidad de reemplazarlas al principio de la vida útil de un vehículo.
No obstante, la prioridad del reglamento es actualizar y endurecer los límites de emisiones contaminantes vigentes. En concreto, el recorte de emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) será del 35% para coches y del 56% para vehículos pesados de aquí a 2035, en comparación con las exigencias de la norma Euro 6. Por su parte, el reglamento exige una reducción de las partículas emitidas por el tubo de escape del 13% para coches y del 39% para autobuses y camiones.
[La UE alcanza un acuerdo final para prohibir los coches de gasolina y diésel desde 2035]
La UE acaba de aprobar prohibir los coches de gasolina y diésel desde 2035. Pese a ello, Bruselas sostiene que la nueva norma Euro 7 sigue siendo necesaria para garantizar que todos los vehículos que circulen sean más limpios. Según sus cálculos, en 2050 más del 20% de los turismos y furgonetas y más del 50% de los vehículos pesados continúen emitiendo contaminantes por el tubo de escape.
Por ello, el reglamento exige que todos los vehículos respeten las reglas por un periodo más largo que hasta ahora. Para turismos y furgonetas, se controlará que cumplan los límites hasta que alcancen los 200.000 kilómetros y los 10 años de antigüedad. Esto es el doble de lo previsto en la norma Euro 6 (100.000 kilómetros y 5 años de antigüedad).
El Euro 7 amplía además la gama de condiciones de conducción que están cubiertas por las pruebas de emisiones en carretera. Por ejemplo, incluyendo temperaturas de hasta 45 grados o viajes cortos típicos de los desplazamientos diarios.
Bruselas calcula que el nuevo reglamento supondrá un incremento de costes de hasta 150 euros para turismos y furgonetas y hasta 2.700 para camiones y autobuses. "Los beneficios ambientales estimados en términos de impactos evitados en la salud por la contaminación del aire superan significativamente estos costos para los fabricantes, consumidores y autoridades, en una proporción de más de 5 a 1", sostiene la Comisión.
Sin embargo, las propuestas de la Comisión de Ursula von der Leyen han enfadado tanto a los fabricantes de coches como a los consumidores y a las ONG medioambientales. "El beneficio medioambiental de la propuesta de la Comisión es muy limitado, mientras que aumenta considerablemente el coste de los vehículos. Se centra en condiciones de conducción extremas que apenas tienen relevancia en la vida real", ha dicho la Asociación Europea de Constructores de Vehículos (ACEA).
La Asociación Europea de Consumidores (BEUC) se queja de que los coches sólo tendrán que cumplir los límites de emisiones durante 10 años. Los vehículos que circulan actualmente en la UE tienen una antigüedad media de 12 años, con grandes disparidades entre las regiones más ricas y las más pobres.
"Restringir el tiempo que se requiere que un automóvil cumpla con los límites de emisiones hará que los propietarios de segunda o tercera mano terminen con vehículos que ya no cumplen con la ley. Esto pone el listón demasiado bajo y desplaza la contaminación del aire de las regiones más ricas a las más pobres", denuncia BEUC.
"La propuesta de la Comisión es tan débil que podría haber sido redactada por la propia industria automovilística. Si bien los fabricantes están obteniendo ganancias récord, han logrado que la gente crea que unos estándares Euro 7 ambiciosos serían demasiado costosos para ellos", sostiene la ONG Transport and Environment
"Al mismo tiempo, la contaminación del transporte por carretera sigue matando a 70.000 personas al año, y estos nuevos estándares Euro 7 no hacen casi nada para evitarlo. Por el contrario, pondrán en circulación cerca de 100 millones de vehículos adicionales, altamente contaminantes, que circularán por décadas", asegura esta ONG.
El reglamento todavía tiene que ser negociado tanto por la Eurocámara como por los Gobiernos de los 27. Bruselas pretende que los nuevos límites entren en vigor el 1 de julio de 2025 para coches y furgonetas y el 1 de julio de 2027 para vehículos pesados. Un calendario que la industria considera totalmente irrealista.