Ford prorroga medio año más su expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) en Almussafes. Así lo acordó este martes la dirección de la factoría con UGT, el sindicato mayoritario del comité de empresa. El nuevo 'ERE temporal' se prolongará hasta el 30 de junio de 2023, según el acuerdo entre las partes.
La prolongación del ERTE responde, según argumentó el departamento de Recursos Humanos de la compañía, a la inestabilidad en la que sigue sumido en sector del automóvil a nivel mundial por el desabastecimiento de componentes y la caía de la demanda de vehículos de combustión.
Ante el elevado número de días de paro consumidos por los trabajadores de Ford Almussafes durante los últimos años, UGT solicitó a la compañía un reparto equitativo de los mismos entre los alrededor de 6.000 trabajadores de la fábrica. La mercantil expuso que requiere el descanso de unos 700 empleados al día, así como varias jornadas de paro total en las diferentes áreas de trabajo de la fábrica.
El acuerdo alcanzado finalmente establece que, en este nuevo periodo firmado, que comenzará el próximo 23 de diciembre -cuando expiraba el ERTE anterior- la empresa repartirá los días de paro, de modo que cada trabajador no rebase un máximo de 70 días de parada.
Al tratarse de un escenario de inestabilidad en todo el planeta, y afectar, por tanto, también a las plantas Norteamericanas de Ford, el ERTE afectará no solo a la planta valenciana de vehículos. También reducirá su actividad la de motores, que sirve el grueso de su producto al mercado de EEUU.
90% del sueldo
Las condiciones para los empleados se mantienen respecto a los ERTE anteriores. Los asalariados, en consecuencia, percibirán por los días de parada más del 80% de su retribución gracias a un complemento del 10% que aporta Ford al 70% de la prestación pública. Las pagas extra sí se reciben de forma íntegra.
Ford Almussafes recibió este 2022 una de las grandes noticias de sus cuatro décadas de historia. Ha sido la fábrica europea elegida para fabricar dos de los futuros coches eléctricos de la compañía, todo tras una dolorosa pugna con la planta alemana de Saarlouis que garantizaba el futuro de la planta escogida y abocaba al cierre a la derrotada.
La decisión, sin embargo, no garantizará una importante carga de trabajo para Almussafes hasta el año 2026. Hasta entonces, la fábrica valenciana se enfrenta a un complicado valle productivo en el que irá perdiendo todos los coches que ensambla actualmente, menos el Kuga.
Tal es el horizonte que la dirección de la factoría reconoce abiertamente la necesidad de acometer un ERE, tanto para solventar el actual excedente de mano de obra como para adecuar la industria a la producción de los futuros coches eléctricos, que requieren menos empleados que los de combustión. Esta prórroga del ERTE, sin embargo, retrasa, al menos en 6 meses, la toma de la dolorosa decisión de acometer despidos.