Este 2022, el Gobierno ha querido poner fin a las reivindicaciones históricas de algunas comunidades que clamaban por tener mejores conexiones ferroviarias. Por ello, Extremadura, Burgos y Murcia estrenaron trayectos de alta velocidad. Llegaron tras muchos años de retrasos y muchas promesas incumplidas. Y el resultado, en algunos casos, ha generado mayor frustración.

El 19 de julio se inauguró con mucha expectación el tramo Plasencia-Badajoz de la nueva línea de alta velocidad en Extremadura, que en realidad no lo es tanto porque no está electrificada aún (aunque la promesa es que lo esté pronto).

Por eso se le apodó como “tren rápido”. Al menos convenció la promesa de reducción de tiempos a Madrid: de 50 minutos para Badajoz y Mérida y de 30 minutos desde Cáceres.

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Probablemente Extremadura sea la región en la que más injusticias ferroviarias se han cometido en los últimos años. Quizás, por ello, la llegada de la alta velocidad y la reducción de tiempos era más necesaria que nunca. Sin embargo, el tan esperado estreno se convirtió en todo un dolor de cabeza para los extremeños.

¿La razón? El primer día la demora fue de 15 minutos. Y, desde entonces, se han sucedido las demoras -de tiempos superiores al cuarto de hora-, los fallos o las anomalías en los trenes Alvia que hacen que la velocidad se reduzca. Tal era la chapuza en los primeros meses que Renfe tuvo que compensar con un descuento del 50% en el precio del billete en este trayecto.

Burgos y Murcia

En julio, Renfe estrenó el AVE entre Burgos y Madrid con parada en Valladolid. Este nuevo servicio de alta velocidad permite conectar ambas ciudades en 1 hora y 33 minutos, tres cuartos de hora menos que hasta ahora. La nueva conexión cuenta con 87 kilómetros y ha supuesto una inversión de 730 millones de euros. 

Una gran noticia para una capital de provincia que llevaba unos 13 años esperando esta línea de alta velocidad. En su caso, además de las promesas políticas incumplidas, también se han sumado conflictos judiciales con las adjudicatarias o problemas de seguridad laboral.

Pedro Sánchez y el Rey, este lunes en la inauguración de la línea del AVE con Murcia.

Y, en diciembre de este año, en Murcia también se hacía realidad la llegada de la alta velocidad con la capital de España en un tiempo de dos horas y 45 minutos. También llegaba con retraso de casi 19 años desde la primera promesa electoral que se hizo. Pero, al igual que ha pasado con otros trayectos, las promesas solo tomaban fuerza en año electoral y luego nunca se plasmaban en la realidad.

Pero finalmente se inauguró y con una victoria para los vecinos: el AVE entra en la estación del Carmen por una vía soterrada. Tan solo se trataba de poner en servicio los 20 kilómetros que restan entre Beniel y la ciudad de Murcia. El resto del trayecto está operativo desde hace casi unos dos años, cuando el AVE llegó a Elche y Orihuela. 

AVE a Galicia

Extremadura, Burgos y Murcia no son las únicas a las que ha llegado la alta velocidad con retraso. Hace justo un año, el 21 de diciembre de 2021, el AVE entraba a Ourense (Galicia). El tiempo de espera era de dieciséis años, cuatro presidentes de Gobierno y siete ministros de Fomento después.

El resultado, un año después, no es el esperado. El AVE no llega a todas las provincias. Se esperaba que la llegada en verano de 2022 de los trenes de la serie 106 de Talgo, los conocidos como Avril, culminara el proyecto. Sin embargo, Talgo se retrasó en la entrega y esto ha llevado a las empresas a una especie de guerra en la que Renfe ha pedido 116 millones de euros de indemnización. 

La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, saluda al presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, el día que el AVE llegó a Ourense. Europa Press.

La secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera, aseguró que los trenes Avril -que permitirán reducir los tiempos de viaje desde A Coruña o Vigo a Madrid en 20 o 30 minutos- no entrarán en funcionamiento hasta el próximo año, pero sin una fecha concreta.

De momento, la conexión entre Madrid y Ourense se realiza en un tiempo de 2 horas y 15 minutos. En este tramo se reducen 1 hora y 28 minutos los tiempos entre ambas ciudades. Para llegar al resto de provincias desde Ourense se tiene que seguir haciendo un cambio de tren provocando que el trayecto sea más largo en la duración. 

En un año, Renfe ha transportado cerca de 1,8 millones de viajeros durante el primer año de puesta en servicio. En total, el Estado ha invertido más de 9.000 millones de euros en los últimos 16 años para la construcción de la infraestructura.