Estación de carga de Repsol cerca de Ventas con puntos de hasta 150 kW.

Estación de carga de Repsol cerca de Ventas con puntos de hasta 150 kW.

Observatorio de la movilidad

Los altos precios de la luz hacen peligrar la velocidad de crucero del sector automotriz hacia el vehículo eléctrico

La subida del precio de la luz en 2022 encareció un 30% recargar un coche eléctrico, según un estudio.

19 febrero, 2023 01:57

El coste medio de recargar un vehículo eléctrico (VE) en España se incrementó un 30% en 2022 debido al incremento del precio de la electricidad en el país, según un estudio elaborado por la plataforma de inversión en multiactivos eToro.

Este encarecimiento se ejemplifica en el análisis con un trayecto entre Madrid y Barcelona (626 kilómetros de distancia) con un vehículo 100% eléctrico, cuyo coste de carga se habría elevado hasta los 49 euros de media en 2022 en la red de Zunder, frente a los 37,5 euros del año anterior.

Sin embargo, para WisdomTree, la industria automotriz está cambiando la marcha con la megatendencia de la electrificación a un ritmo vertiginoso. "Llama la atención que, tras trece décadas de existencia, el automóvil se encuentre hoy en un punto de inflexión sin precedentes", explica en su informe.

[El vehículo eléctrico avanza en España pese a la tormenta perfecta de la automoción]

"Los consumidores se encuentran en una encrucijada al tener que tomar decisiones desconocidas. Parece que la megatendencia de la electrificación ha cambiado de marcha", y no va tan rápido como se esperaba.

Nuevo ritmo en Asia

Asia-Pacífico registra el mayor índice de crecimiento de ventas de vehículos eléctricos en los últimos tiempos. Esta región está dominada por China, donde las preferencias de los consumidores están cambiando rápidamente y las marcas locales se están haciendo un nombre propio.

Aun así, según WisdomTree, no todos están todavía completamente convencidos de la idea de los vehículos eléctricos. Los fabricantes de automóviles japoneses están visiblemente por detrás de los competidores europeos en el lanzamiento de modelos de VEs a batería.

El CEO de Toyota, Akio Toyoda, recientemente causó revuelo al sugerir que los vehículos eléctricos no son el único camino a seguir, pese a que la compañía fue una de las primeras en adoptar la tecnología híbrida enchufable.

Fuente: Bloomberg New Energy Finance, con los datos al 21 de diciembre de 2022. La rentabilidad histórica no es indicativa de la rentabilidad a futuro y cualquier inversión puede perder valor.

Fuente: Bloomberg New Energy Finance, con los datos al 21 de diciembre de 2022. La rentabilidad histórica no es indicativa de la rentabilidad a futuro y cualquier inversión puede perder valor. Bloomberg.

¿Y en Europa?

Las prohibiciones a la venta de automóviles nuevos con motor a combustión interna entrarán en vigor de forma gradual durante las próximas dos décadas en todo el mundo. Pero muchos países también están adelantando estas prohibiciones.

Suecia y Reino Unido lo harán en 2030, mientras que en otros países europeos será en la década de 2030. Pero las prohibiciones deberán estar respaldadas por medidas políticas integrales para garantizar que esta nueva revolución de VEs sea sostenible.

Según el administrador de activos de fondos, hay que garantizar cadenas de suministro de VE seguras, resistentes y sostenibles, para que el mercado pueda mantener un buen ritmo de desarrollo. El panorama de los vehículos eléctricos ha cambiado mucho en los últimos años, y de cumplirse con los objetivos políticos marcados en todo el mundo, cambiará mucho más en los próximos cinco.

eToro, por su parte, apunta que a pesar de que el panorama en los mercados energéticos internacionales ha cambiado en relación con los precios máximos de 2022, la "incertidumbre sobre el abastecimiento" de petróleo continuará en 2023. Por eso, resulta difícil aventurar si el consumidor se decantará más por un coche de combustión interna o por un vehículo eléctrico. 

A su juicio, Europa todavía no ha resuelto los desafíos que afronta en términos energéticos y a la persistencia de la crisis geopolítica se suman otros factores potencialmente inflacionarios, como la reapertura de China y sus consecuencias en el consumo energético mundial.