Ford traslada su sede social de Madrid a Valencia. Así lo anunció este jueves la dirección española de la multinacional americana, que atiende con este movimiento la reivindicación política del Gobierno valenciano de PSPV-PSOE, Compromís y Podemos, presidido por el socialista Ximo Puig.
"Ford España SL va a restablecer, con efectividad 1 de enero de 2024, su sede social en Almussafes (Valencia), donde fue originalmente constituida en Septiembre de 1973. La fábrica de Almussafes representa la sede principal de sus operaciones en España", informó la enseña en un breve escrito.
La compañía, sin embargo, subrayó que "este cambio de domicilio no implicará ningún movimiento de personal o instalaciones, ni tendrá impacto fiscal en la compañía, dado que el domicilio fiscal ha estado siempre ubicado en Valencia".
La decisión, tal y como avanzó el pasado verano Valencia Plaza, fue pactada con la Generalitat Valenciana en el marco de las conversaciones con la multinacional, cuando esta dirimía entre Saarlouis y Almussafes para la fabricación de sus futuros coches eléctricos. En esta pugna se impuso la fábrica española.
Ximo Puig, tras el anuncio de la empresa, difundió su agradecimiento. "El regreso de la sede de Ford España a Almussafes es una gran noticia y un importante aval a la estabilidad y la confianza que despierta la Comunidad Valenciana. Quiero dar las gracias a la dirección de Ford. La Generalitat ha trabajado con la empresa para hacer posible este movimiento. Esta decisión es una nueva apuesta de Ford por Almussafes", dijo.
Elecciones y ERE
A nivel político, el anuncio de Ford se produce a dos meses de las elecciones autonómicas. Será, como prueban las palabras de Puig, un nuevo argumento de estabilidad empresarial para su Ejecutivo.
Durante la presente legislatura, la Generalitat ha negociado para que Ford permanezca en la Comunidad Valenciana y para la llegada del Grupo Volkswagen, que construirá en Sagunto, con la ayuda de fondos europeos, la primera gigafactoría de baterías de España.
En el plano empresarial, Ford adopta esta decisión en un momento delicado: la negociación con los sindicatos de un expediente de regulación de empleo con el que pretende prescindir de 1.144 trabajadores.
La fábrica tiene futuro a largo plazo, porque ha sido elegida por Ford para la fabricación, a partir de 2026, de dos de los nuevos coches 100% eléctricos de la marca. Pero, hasta que llegue ese momento, va a atravesar un duro valle productivo que requerirá las bajas incentivadas o despidos.
"Aproximadamente 1.100 puestos de trabajo están afectados, principalmente, debido al ya anunciado cese de la producción de los modelos S-Max y Galaxy en abril de 2023. Ford trabajará constructivamente con los sindicatos para reducir el impacto de esta situación en los empleados, sus familias y la comunidad local", precisó la compañía a sus trabajadores.
La planta ha retenido unos meses la producción que iba a perder de la furgoneta Connect, pero también va a dejar de producirla. Además, perdió recientemente la fabricación el Ford Mondeo.