Renfe registró en el primer cuatrimestre del año unas pérdidas de 67,6 millones de euros, un 30,4% menos que los 97 millones que se dejó en ese mismo periodo de 2022, aunque en abril consignó su primer beneficio mensual en el año, con 2,8 millones de euros de ganancias netas.
Los ingresos sumaron en estos cuatro meses 1.332 millones de euros, un 5,7% por encima de enero-abril de 2022 y el resultado bruto de explotación (ebitda) se situó en 70,9 millones de euros, frente a 27,5 millones un año antes (157 % de aumento).
En su explicación al Consejo de Administración que se celebra esta mañana, el presidente de Renfe, Raül Blanco, ha destacado el resultado positivo que la empresa ha conseguido en abril, el gran crecimiento de la demanda, la mejora en el ebitda, el "excelente" comportamiento de los ingresos y la contención en el gasto.
En estos meses la empresa ha recuperado 40 millones de viajeros, con un aumento del 31% sobre el año pasado, hasta un total de 170,4 millones de pasajeros, con crecimientos en los Servicios Públicos de Cercanías y Media Distancia impulsados por la bonificación de los abonos aprobada por el Gobierno.
La compañía destaca el resultado positivo de abril, con 2,8 millones de beneficio y un ebitda de 42 millones de euros y explica que los primeros meses del año suelen ser negativos para el tren, aunque en abril, coincidiendo con la Semana Santa, repuntó la movilidad.
Incremento de la demanda
Además, en ese mes se celebró la Feria de Abril en Sevilla, Sant Jordi en Barcelona y tuvo lugar la operación salida con motivo del puente del 1 de mayo.
Destaca el incremento de la demanda en el AVE, que, pese a la entrada en España de la competencia italiana (Iryo) y francesa (Ouigo), aumentó en el primer cuatrimestre un 15,1%, con casi 900.000 nuevos viajeros en este período.
Los gastos de la ferroviaria subieron en 28 millones (un 2,3%) al pasar de 1.233 millones en el primer cuatrimestre de 2022 a 1.261 millones en el mismo período de 2023.